El PP vuelve a ganar en Santiago en unas autonómicas en las que el BNG dobló en votos al PSdeG

S. Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Paco Rodríguez

Caballero no llegó ni a la mitad del respaldo que tuvo Bugallo

13 jul 2020 . Actualizado a las 23:22 h.

Las urnas decidieron ayer un retorno a un Parlamento dominado por las tres fuerzas que tradicionalmente han tenido más representación, con la vuelta incluso al sorpasso que en 1997 situó al BNG como segunda fuerza en O Hórreo en detrimento del PSdeG. Y los compostelanos contribuyeron a fijar esa distribución de fuerzas dando su apoyo mayoritario a la candidatura del PP, pero también respaldando en mayor medida la opción nacionalista sobre la socialista. Este es el aspecto más llamativo del desenlace de la noche electoral en Santiago, porque el BNG consigue sus mejores resultados en la capital en lo que va de siglo y dobla en sufragios al PSdeG en un contexto en el que los socialistas lideran el Gobierno central y pilotan la alcaldía.

Como es habitual en las convocatorias autonómicas, los populares fueron los más votados en Compostela, con 23.533 sufragios, un registro en la línea de comicios precedentes y que, por cierto, garantiza un escaño en la nueva Cámara gallega al presidente de la gestora local del partido, Borja Verea, y a la conselleira de Educación, Carmen Pomar, compostelanos que acompañarán en el Parlamento a Paula Prado y a la conselleira de Medio Ambiente, y exalcaldesa de Melide, Ángeles Vázquez.

El triunfo del PP en Santiago responde a la misma dinámica que se da en el resto de las principales ciudades gallegas, que apoyan de forma muy amplia a Feijoo en las elecciones autonómicas con independencia de que sus electores validen en las municipales por otras opciones. En Compostela ese respaldo al candidato por encima de la fidelidad a las siglas del partido volvió a asomar ayer con nitidez. La prueba del algodón está en la comparativa con la distribución de los votos en las municipales del año pasado. Entonces, 15.262 compostelanos metieron en las urnas la papeleta que encabezaba Agustín Hernández. Catorce meses después, el refrendo a la candidatura que da su cuarta mayoría absoluta a Feijoo supera aquella marca en más de 8.000 votos.

Obviamente, es el PSOE el que sale penalizado de que mayoritariamente el electorado de Santiago prime en su decisión del voto al candidato por delante de las siglas. Fieles a la tradición, el globo socialista coge aire en los comicios locales y tiende a desinflarse en los gallegos. Pero en la convocatoria de ayer el pinchazo resultó elocuente. Los poco más de 7.100 apoyos recibidos por la lista que permitirá a la concejala Noa Díaz ocupar un escaño en O Hórreo son muchos menos de la mitad que los 18.150 que impulsaron el regreso de Bugallo a Raxoi. Y es precisamente esa coyuntura, marcada por la recuperación de la alcaldía, la que hace más sangrante la pérdida de apoyos en relación a los comicios gallegos del 2016, en los que el PSdeG tuvo los que hasta ayer eran sus peores números de este siglo, con solo 8.602 papeletas en Santiago para la candidatura que lideró entonces Xaquín Fernández Leiceaga. En definitiva, más de 11.000 compostelanos que el año pasado auparon con su voto a Bugallo para retornar a la alcaldía optaron ayer por elegir una papeleta distinta a la del PSOE o por no votar.

Y esa apuesta por el candidato por encima de los colores políticos también explica el histórico resultado que, como en el conjunto de Galicia, protagonizó el Bloque. La candidatura encabezada por Ana Pontón conquistó 14.158 votos en Santiago, que, además, facilitan a Xosé Luis Rivas, Mini, revalidar su escaño en el Parlamento. No solo es, de largo, el techo del BNG en unas elecciones autonómicas -en las de hace cuatro años había sumado 5.048 sufragios-, sino que triplica los apoyos que la formación nacionalista recibió en las municipales de mayo del 2019.

Y la expansión del Bloque no se entiende sin la debacle de la candidatura que integraban Podemos, EU y Anova. Poco más de 2.400 compostelanos optaron ayer por la papeleta en la que Martiño Noriega ocupaba el número tres, cuando en las últimas municipales la lista de Compostela Aberta que lideraba por la reelección habían sido 10.651, y en las que en el 2015 lo brindaron la alcaldía, 16.704. Por cierto, Vox conquistó apenas 806 votos en Santiago, y Ciudadanos, 345.