-¿Cómo recuerda el paso de Luis Veira por las cocinas de Masterchef?
- Fue muy majo, muy atento, muy gallego. Así, con eso que tenemos de protegernos entre nosotros y hacer grupo. Me quedé encantado con sus palabras y con la forma que tuvo de mimarme.
-¿Cómo llevó el confinamiento?
- Fue muy duro, por estar alejado de la familia y porque ya pesaban los meses. Además, con los nervios por mi padre, que es persona de riesgo después de pasar por un trasplante de pulmón el año pasado. Y también por la incertidumbre de que las grabaciones se iban postergando y no sabíamos cuando se iban a retomar. Pero no hay mal que por bien no venga y ese tiempo me sirvió para curar la herida que tuve en el dedo y para practicar. Porque de largo que soy el que más practicó y no paré de hacer recetas.
-¿Contento con la experiencia?
- De lo que más contento estoy es de mi huella en el programa. Yo me veo quien soy, esa persona sacrificada, trabajadora, que ayuda a todos, protector y siempre con una sonrisa. Ese es el que soy, es lo que quiero que se vea de mi y es lo que se vio.
Mónica Pérez
La de Ana Iglesias, (Madrid, 24 años) ha sido una carrera de fondo. De «hormiguita», como definió Samantha Vallejo-Nájera. Ajena las polémicas de la edición más controvertida de MasterChef, la joven se impuso a Andy e Iván en una final muy reñida. Ahora solo piensa en seguir formándose en la cocina.
-Enhorabuena. ¿Cómo ha pasado estas primeras horas como ganadora?
-¡Muchas gracias! Estoy súper emocionada, aterrizando todavía en todo esto pero muy contenta.
-¿Se vio alguna vez con posibilidades claras de ganar?
-En ningún momento pensé que ganaría, pensé que igual llegaba a la final pero yo no me veía ganadora. Hasta el momento el momento en el que los jueces me dieron las valoraciones tan positivas, fue ahí cuando empecé a darme cuenta de que podía ganar.
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