La Guardia Civil detecta un incremento de infracciones en vehículos de uso profesional

Redacción A CORUÑA

A CORUÑA

Foto de archivo de un control de la Guardia Civil
Foto de archivo de un control de la Guardia Civil ALBERTO LÓPEZ

Tráfico recuerda la importancia de mantener los turismo en buen estado, prestando especial atención a los neumáticos

07 jul 2020 . Actualizado a las 17:59 h.

El Sector de Tráfico de la Guardia Civil en Galicia está prestando especial atención al estado en el que se encuentran los vehículos en circulación, especialmente al adecuado mantenimiento y puesta a punto de todos los elementos de seguridad del automóvil, como son los neumáticos, frenos, luces, señalización o los parabrisas. 

Repunte de infracciones en los vehículos profesionales

El Sector de Tráfico manifiesta que una de las infracciones más habituales es la de circular con defectos graves en las ruedas. La Guardia Civil pone de ejemplo la detección de un vehículo de reparto de paquetería urgente en la carretera de Oza-Cesuras que presentaba graves deficiencias en la banda de rodadura del neumático, suponiendo un alto riesgo en la circulación. El repartidor mencionó que había avisado a su jefe del estad de los neumáticos, y este le contestó que debía continuar así debido al volumen de trabajo. La sanción ascendió a 200 euros por cada neumático en mal estado.

Los vehículos enfocados al uso profesoinal presentan mayores índices de defectos en las ruedas. También es necesario prestar atención a la presión del neumático en frío y la rueda de repuesto, así como revisar la posibles fugas de aire por las válvulas.

Los agentes advierten del riesgo de circular con un vehículo en mal estado o averiado, que multiplica las probablidades de fallecer o resultar herido. Esta vigilancia se debe incrementar en autopistas y autovías. En este sentido, el mantenimiento adecuado de todos los elementos de seguridad del vehículo es imprescindible para evitar la siniestralidad. 

El mantenimiento de las ruedas, el gran olvidado

Los neumáticos representan el único contacto con la carretera. Se encargan de asegurar la adherencia en el empuje, en la frenada y en el deslizamiento lateral. También se involucran en la amortiguación del vehículo. La Guardia Civil recuerda que las ranuras debe tener, como mínimo, 3 milímetros de profundidad. El límite legal se sitúa en 1,6 milímetros.