María Jesús Lado, limpiadora del Chuac: «Pensaba en las víctimas, sus familias, los compañeros... y en mi madre»

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Maria Jesus Lado Blanco, señora de la limpieza del Chuac, en el homenaje a las víctimas del covid en el Hospital A Coruña
Maria Jesus Lado Blanco, señora de la limpieza del Chuac, en el homenaje a las víctimas del covid en el Hospital A Coruña ANGEL MANSO

Uno de los rostros de la tristeza del covid: «Me emocionó la unión y el respeto»

07 jul 2020 . Actualizado a las 09:25 h.

No le llegan a correr las lágrimas que justo después acabaron cayendo. Pero sus ojos, en ese preciso momento, concentran todo el triste temblor de la pena. En el instante previo, a punto de desbordarse la emoción, el rostro de María Jesús fue captado por el fotorreportero, capaz de descubrir la mirada del momento entre las decenas de personas que, con ese silencio que hace enmudecer, se reunieron en uno de los escenarios de 166 adioses. A la entrada de Urgencias del Chuac, los trabajadores de la salud, acompañados por otros esenciales guardianes ante la pandemia, rindieron su particular, callado y sentido homenaje a aquellos que vieron morir. Su unión fue una de las imágenes del coronavirus en A Coruña y el semblante de la mujer triste, la de una conmoción compartida.

María Jesús Lado Blanco tiene 53 años y ya hace casi veinte que trabaja en el Chuac. Desde el 2001, ella forma parte de ese equipo que se ocupa de realizar una tarea que siempre, y desde el covid más que nunca, es imprescindible. Aún cuando pocas veces, por no decir nunca, se ponga el foco sobre ella. Es una de las señoras de la limpieza.

-¿Cómo cambió su trabajo en el hospital con la llegada del coronavirus?

-El trabajo se multiplicó. Además de hacer las tareas habituales, tenía prioridad desinfectar las zonas contagiadas o que hubiesen estado en contacto con el virus.

-¿Cómo es su tarea y dónde la lleva a cabo?

-Mi tarea es limpiar y desinfectar la zona de Farmacia y de Radiodiagnóstico en el servicio de Urgencias.

-¿Qué ha percibido en este tiempo entre la gente, el personal y los pacientes?

-Se notaban sobre todo nervios, miedo y responsabilidad. En mi puesto de trabajo no estoy en contacto directo con los pacientes, pero era muy triste ver cómo tenían que quedarse solos en el hospital sin sus familiares cerca.

-¿Teme al contagio?

-No tenía ni tengo miedo al contagio, he procurado protegerme y tomar todas las medidas de higiene. Me preocupa más contagiar a mi familia.

-¿Qué piensan los suyos de la labor que les ha correspondido a ustedes?

-Se sienten orgullosos de mi trabajo y del de todos mis compañeros.

-¿Qué destacaría de este tiempo en el hospital??

-Sobre todo la implicación de todos los trabajadores para adaptarnos a trabajar con un virus desconocido.

-¿Qué estaba pensando en el momento del minuto de silencio? ¿Recordó a alguien en especial?

-En el momento del homenaje estaba pensando en las víctimas, en sus familias, y en todos los compañeros de la limpieza, sanitarios y celadores. Recordé especialmente a mi madre, a la que no veía desde el estado de alerta aunque hablaba con ella por teléfono todos los días.

-¿Qué le emocionó?

-Me emocionó la unión y el respeto por el minuto de silencio entre los trabajadores del hospital, la UME, la policía, los bomberos...