Miguel y Santiago Segret: «Queremos demostrar que puede volver la actividad cultural a A Coruña»

FErnando Molezún A CORUÑA

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

Organizan en Palexco «O norte non para», primer festival poscovid de la ciudad

29 jun 2020 . Actualizado a las 20:29 h.

Los Secretos, Andrés Suárez, Alejo Stivel, Coque Malla, León Benavente, Moncho Borrajo, Luis Zahera y Oswaldo Digón pasarán a lo largo del mes de julio por Palexco. Conforman el cartel de una clara apuesta por la vuelta a la normalidad llamada O norte non para, el que puede calificarse como el primer festival de la era poscovid de A Coruña: «Yo casi diría de la era covid, porque no creo que podamos afirmar que ya está superado, por desgracia. Lo que sí que tenemos es el primer festival de la nueva normalidad dentro de la ciudad», puntualiza Santiago Segret, organizador, junto a su hermano Miguel, del evento.

Pregunta. ¿Cómo se hace un festival en la nueva normalidad?

Santiago Segret. Con muchísimo respeto, pasión y ganas. Y sobre todo llevando al extremo todas las medidas de prevención que nos dicen desde la Xunta. De hecho, vamos a incrementarlas por nuestra cuenta, porque podríamos disponer de un 75 % del aforo en Palexco y vamos a bastante menos, sobre un 62 % y, en algunas actuaciones, incluso menos. Queremos que la gente esté tranquila, que tenga la certeza de que todo estará bien hecho, que podrá disfrutar de los espectáculos con la única diferencia de que tendrá que llevar mascarilla desde que se entra hasta que se sale del auditorio.

P. Tendrán que estar pendientes incluso del exterior del recinto.

S. S. Claro, se citará al público para que venga con antelación y evitar aglomeraciones y se organizará la entrada respetando las distancias de seguridad. Pero es fácil, solo hay que espaciar la entrada y la salida un poco en el tiempo, hacerla de un modo ordenado.

M. S. Y contamos con el sentido común de cada uno.

P. ¿Qué les ha llevado a montar algo así? No creo que sea un gran negocio con el aforo tan limitado.

M. S. Vimos que empezaban a hacerse cosas en otras ciudades gallegas y pensamos que A Coruña no podía quedarse atrás. Así que nos tiramos a la piscina por pura pasión. Para ver si comienzan a surgir otras iniciativas culturales y volvemos a la normalidad. Había que insuflar aire. Económicamente no es demasiado rentable, pero teníamos que hacer algo.

S. S. Nos conformamos con no perder pasta y que la gente salga contenta. Eso sería un éxito. Hay que pagar al artista, la sala, autores... Pero aún así hemos contenido el precio de las entradas, es nuestra filosofía. Se trata de demostrar que puede volver la actividad cultural a la ciudad. Abrir el camino para que otra gente vea que se pueden ir haciendo cosas, asumiendo riesgo empresarial, eso sí, porque vamos con lo que tenemos, sin ayudas ni subvenciones, que es como solemos trabajar. Si algo nos ha enseñado la pandemia es la conciencia de grupo, que tenemos que tirar entre todos. Y nosotros ponemos lo que sabemos hacer. El mundo de la cultura ha quedado un poco al margen de la recuperación de la normalidad. ¿Por qué no se puede llenar un teatro y sí un avión o un comercio? Con las medidas pertinentes será un lugar igual de seguro, digo yo.

P. ¿Cómo fue la preparación?

M. S. Estábamos todavía confinados. El 7 de marzo fue el último espectáculo que hicimos, porque teníamos el 14 programada una actuación en Pontevedra con todo vendido, pero el día 11, antes de que se decretase el estado de alarma, decidimos cancelarla por precaución. La salud es lo primero.

S. S. Trabajamos con mucha incertidumbre, porque todo cambiaba de un día para otro. Por eso lo estamos presentando tan tarde, para ir sobre seguro.

P. A pesar de todo han conseguido un cartel muy importante.

S. S. De entrada empezamos con Los Secretos, que es un valor seguro y más en esta ciudad, y que sabemos que las 800 entradas disponibles van a ser escasas. Contaremos también con un concierto íntimo de Coque Malla, con aforo limitado a 400 personas. Y también humor, con Moncho Borrajo, Luis Zahera y Oswaldo Digón. Creo que es lo suficientemente variado como para que cualquiera encuentre algo que le interese. Y podrían incorporarse más nombres...

P. ¿Fue complejo conformar un cartel como este?

M. S. Mucho, sobre todo por la incertidumbre que decía mi hermano. Pero, afortunadamente, todo el mundo se puso a favor. Después de tantos años en esto contamos con la confianza de los artistas, que se comprometieron a la primera. Y lo mismo la gente de Palexco.

S. S. Es un follón, porque no es solamente contar con la seguridad del público, es que montar el escenario se ha convertido también en un problema. Cada rincón del auditorio, cada micro que se toca, cada instrumento, cada botón de la mesa de sonido... Todo tiene que ser desinfectado mil veces. Y todo con el personal reducido al máximo, así que toca trabajar el doble.

«Tuvimos que cancelar casi cincuenta eventos, pero al menos estamos sanos»

Los hermanos Segret están al frente de Rababiero Promociones, empresa coruñesa con una dilatada experiencia en la producción de eventos culturales.

P. ¿Cómo se metieron en este mundo?

S. S. Comenzamos como músicos, con O Rei Babar, y ayudando a organizar conciertos, trabajando con diferentes grupos porque siempre nos gustó. Pero llegó un momento en el que tuvimos hijos y...

M. S. Había que elegir entre seguir en la carretera, que era muy divertido, o criar a nuestros hijos. Así que nos pasamos a detrás del escenario, aunque lo que nos encanta es estar encima.

S. S. Nos estrenamos trayendo a María Dolores Pradera al Teatro Rosalía, en el último concierto que dio en la ciudad. Precioso. Y a partir de ahí, un poco de todo, pasando por el humor con Noites de retranca, que lleva ya diez años funcionando. Llevaremos unas 600 producciones por toda España. Y creciendo.

P. ¿Les afectó mucho el parón del confinamiento?

S. S. Mucho. Teníamos, entre otras cosas, un proyecto muy grande, internacional, que tuvimos que parar. Ya veremos si podemos reactivarlo, por ahora no puedo asegurar nada.

M. S. Tuvimos que cancelar casi cincuenta actuaciones. Fue un palo muy duro. Pero al menos estamos todos sanos, así que hay que seguir.

P. ¿Cómo ven el futuro del sector?

S. S. Con mucha incertidumbre, porque los estamentos públicos no se están mojando, lo que hasta cierto punto es comprensible. Y convencidos de que hay cosas que han venido para quedarse y que no está nada mal que así sea, como imponer un poco de orden en los accesos, respetar los espacios...