Despedida sin honores a una corta pero imborrable vida en el colegio

M.C. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Padres de niños que no volverán a sus centros sugieren algún acto

08 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Sexto de primaria o segundo de bachillerato, 11 años o 17. El trance es el mismo. Despedirse para siempre de amigos con los que se ha compartido la vida. Decir adiós al colegio, a los profesores, a los pasillos donde se ha crecido, jugado y exprimido las horas más que en la propia casa. Un ritual cargado de significados que este año el confinamiento probablemente arrebatará a los estudiantes coruñeses. No habrá fiestas de graduación ni festivales en el Ágora, o en otros escenarios, de los CEIP, IES y colegios concertados y privados que ven marchar este 2020 a su última hornada.

«Los centros dicen que mientras no se levante el estado de alarma no tienen permitido montar celebraciones, así que todo está parado y ni siquiera se planifica para más adelante, cuando las normas se relajen, por si hay rebrotes y volvemos atrás», explica Fernando Torrado, vicepresidente de la Fapa, federación de AMPA de centros concertados y privados de A Coruña, que deja en el aire los cambios que pudieran derivarse de la fase 3, «en la que entraremos el lunes y que pasará a gestionar la Xunta. Porque a lo mejor es posible abrir la mano, no lo sabemos», apunta. 

Patios amplios

Las asociaciones de madres y padres defienden que algunos centros disponen de pabellones o patios con amplitud suficiente para organizar actos de despedida a los chavales y las familias con garantías de seguridad en cuanto a distancias mínimas y aforo. «Estamos hablando de 80, 90 o 100 niños, en varios grupos. No es todo el colegio», subraya Torrado, ocupado junto al resto de la directiva en la producción del certamen musical navideño que cada año celebran en Palexco y para el que ya han solicitado permisos y empezado a barajar opciones. «Y es en Navidad...», remarca. «Las alternativas que plantean los centros, como un vídeo en streaming o un montaje con imágenes de actividades realizadas a lo largo del curso, a la gente no le parecen suficiente», afirma el portavoz, que no obstante muestra el apoyo total de las AMPA «para colaborar y aportar todo el material del que dispongamos».

Otra opción que sugieren algunos claustros es adiar las fiestas para septiembre, pero la incertidumbre sobre lo que pueda ocurrir para entonces no es menor que la que se cierne para dentro de un mes. Esto ha movido a las asociaciones a enfocar la atención en el día a día, y esperar. «Ya estamos con las becas comedor, los libros, las preinscripciones, admisión, matrícula... Tratamos de mantener informadas a las familias a través de las redes, mientras los centros están cerrados», explica Fernando Torrado.

En la Federación de ANPA de Centros Públicos de A Coruña, el trabajo se centra en dar respuesta a los cerca de 450 niños y niñas que han solicitado plaza en las actividades de conciliación que gestionarán las familias a partir del 21 de junio en colaboración con el Ayuntamiento. 

Con Cilia en julio

Nueve centros de infantil y primaria han cedido una parte de sus instalaciones para dar cabida al programa Con Cilia en seis grupos semanales, hasta el mes de agosto, y horarios de mañana y tarde, que se ampliarán para los madrugadores, desde las 8.30, y para los usuarios de comedor, de 14.00 a 15.30 horas.

La decisión de ofrecer algún tipo de despedida a las familias ha quedado, por tanto, en manos de la dirección de los centros, o en muchos casos de los propios tutores de sexto de primaria y bachillerato. «Nós celebrabámolo sempre no Ágora e desta vez non se vai poder facer -avanza Óscar Mourenza, director del CEIP María Barbeito-. Moitos dos nosos nenos non teñen conexión a Internet na casa e agora están a usar tabletas e equipos cedidos por oenegués. A ver como podemos concertalo, pero de aquí ao 30 de xuño algo se nos ocorrerá seguro».