El PSOE se planta ante la Marea y le advierte que no cederá a los chantajes

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

El PP ofrece a Rey apoyo en temas claves ante la ruptura orquestada desde su izquierda

05 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

«Non imos aceptar chantaxes», espetó el portavoz socialista, José Manuel Lage, al viceportavoz de la Marea, Iago Martínez, casi al final de un pleno en el que ese partido llevó hasta el límite su estrategia de tensionar al gobierno local que preside Inés Rey.

Lo que iba a pasar se podía adivinar en la primera intervención de la Marea, a cargo de Xiao Varela, que abrió los turnos de su partido diciendo a la alcaldesa que ocupa ese puesto «polos nosos votos». Añadió «quizá non formemos parte do goberno, pero puxémola aí, nese asento onde está», en referencia a la mesa presidencial, y exigió que su grupo «ten que ser escoitado». El PSOE es el partido con más ediles del ala izquierda: nueve frente a seis de la Marea y dos del BNG.

Fue el arranque. La Marea no bajó el tono en toda la sesión, hasta que una gota colmó el vaso. Lo rebasó el calificativo de «indecente» que su viceportavoz dedicó a la socialista Yoya Neira, en una de las últimas intervenciones, cuando la concejala ya no tenía turnos para responder.

Pero todavía quedaba una intervención de José Manuel Lage, que advirtió: «Negociación toda, acordos todos, chantaxes ningunha». El portavoz del PSOE y responsable de Facenda reiteró esa afirmación, y afeó a la Marea su empeño para «dinamitar o bo ambiente deste salón de plenos» tras la aprobación unánime del plan de reactivación económica tras la pandemia del coronavirus.

Lage también respondió a las críticas contra la inclusión de bonos de comercio en ese documento. Recordó que el lunes la portavoz de la Marea, María García, los tachó de «xiro á dereita», mientras que ayer mismo, en el pleno, la concejala Claudia Delso los destacaba como una de las aportaciones de su partido al mencionado plan. «O que teñen que saber é se nos días pares pensan o mesmo que nos impares», les exigió el portavoz socialista. 

Lage denuncia un «chiringuito»

El origen de la bronca de ayer fue que la alcaldesa no permitió la entrada al salón de plenos de un grupo de manifestantes con pancartas. Esa decisión, respaldada por el reglamento municipal, fue calificada de «despótica» por Xiao Varela, que exigió que «a cidadanía sexa escoitada».

Los manifestantes, añadió, formaban parte de los «grupos de apoio mutuo», una entidad que la Marea promocionó en la Red durante la crisis del covid. Lage calificó esa organización directamente de «chiringuito», y acusó a la Marea de «aproveitarse das necesidades da xente» surgidas durante la pandemia con fines políticos, ya que gran parte de los participantes y los organizadores de los grupos de apoyo son excandidatos, cargos orgánicos y militantes de la propia Marea.

La estrategia de la Marea no fue secundada por ningún otro partido. Es más, todos ellos han sido objeto de descalificaciones estos días. A Mónica Martínez, exportavoz de Ciudadanos, que esta semana dejó la formación, la acusaron de «estafa democrática»; obviando que gran parte de los cuadros de la Marea y sus partidos hermanos militaron en otras formaciones. Al BNG de Francisco Jorquera lo acusaron de sumisión al PSOE. Ninguno de los dos contestó, y mantuvieron su oposición constructiva.

Sí salió al ruedo el PP. Primero Rosa Gallego recordó a la Marea asuntos como la compra irregular de viviendas en el anterior mandato. Después el presidente local de partido, Martín Fernández, señaló con ironía que es preferible que Alberto Núñez Feijoo siga al frente de la Xunta a la vista de las broncas entre los partidos del ala izquierda, que a su juicio harían imposibles obras como la construcción del Novo Chuac.

La propuesta de apoyo del PP

Los ataques de la Marea contra el ejecutivo de Inés Rey dieron pie a Fernández Prado para recordar al PSOE cuál es la actitud de sus «aliados», y también para lanzar una oferta de colaboración a los socialistas: «Estuvimos ahí para aprobar el plan de reactivación, y vamos a estar en la intermodal. Vamos a estar ahí para hacer la Ciudad de las TIC, lograr dinero para el Puerto y para hacer el nuevo hospital. Son obras importantes y necesitamos liderazgo. Puede contar [dijo a la alcaldesa] con que el PP estará en estas grandes obras, que echamos de menos desde hace cinco años, y estará sin chantajes».

El gobierno local reitera su respaldo al Novo Chuac

Mientras la Marea profundizaba en la ruptura con los socialistas que anunció hace días, el pleno aprobó asuntos urbanísticos de calado, que permitirán avanzar en la obra de la estación intermodal, y el gobierno local reiteró su respaldo al proyecto del Novo Chuac que impulsa la Xunta.

Los socialistas contestaron a preguntas del BNG y el PP al respecto de sus planes para ampliar el centro hospitalario. Su portavoz, José Manuel Lage, subrayó que el gobierno local está de acuerdo tanto con la necesidad de ampliar el centro como con la ubicación elegida, pero insistió en que están estudiando la propuesta económica de la Xunta, que supondría una aportación del Ayuntamiento de 22 millones.

La concejala del BNG Avia Veira reiteró el rechazo de su grupo a que el Ayuntamiento tenga que afrontar el coste de las expropiaciones para levantar el hospital, cifrado en 12 millones de euros, ya que el centro sanitario tendrá un ámbito supramunicipal.

El popular Martín Fernández Prado rechazó los argumentos del Bloque señalando que en Pontevedra, donde gobiernan, el Ayuntamiento ha aceptado pagar más de 15 millones de euros, a pesar de que su población es menos de la mitad que la coruñesa.

El edil del PP instó al gobierno local a firmar el acuerdo con la Xunta que mantiene parado el proyecto, con el fin de garantizar el futuro del hospital coruñés. 

La intermodal avanza

Antes, en la primera parte del pleno, el gobierno local logró sacar adelante tres modificaciones urbanísticas. Contó con el apoyo fijo del PP y del grupo mixto, mientras que la Marea se abstuvo en dos de ellas y el BNG en una.

Los cambios permitirán avanzar en el proyecto de la intermodal, concretamente en la futura obra de los accesos por la avenida de la Sardiñeira y su conexión con la de Arteixo. También permitirán ampliar el centro de la fundación Adcor, que ayuda a personas dependientes, y adaptarán la calificación del polígono de Peñarredonda según lo indicado por los tribunales de Justicia.