Quique y Ana, propietarios del Terreo, abrieron ayer las puertas de su afamado restaurante y casi llenaron el local, como antes del confinamiento. Algunos clientes que antes de marzo habían reservado y les dieron esta fecha ahora fueron los primeros en ir
03 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.En marzo eran los últimos de la cola. Ayer fueron los primeros. El restaurante Terreo, uno de los locales de referencia de la ciudad y el número uno de A Coruña en la web TripAdvisor, abrió ayer sus puertas. Menos una mesa, todas se ocuparon, como si no hubiese pasado nada. Lo curioso es que algún comensal había reservado esta fecha en marzo, antes del estado de alarma. «Teníamos muchísimas reservas y los fines de semana completos hasta finales de junio», comenta Ana Señarís. A esta mujer no le borra la sonrisa ni la mascarilla. El 13 de marzo estaba de cumpleaños y lo celebró antes de tener que cerrar. «Nunca olvidaré ese día», apunta. Los que tenían reservas para estas semanas de confinamiento las perdieron y los que la tenían para junio, como alguno que acudió ayer, la salvaron por los pelos. Otro tuvieron la fortuna de llamar hace unos días y conseguir mesa enseguida, algo que resultaba imposible en Terreo. «Lo mejor es que estaba todo el mundo feliz, los que reservaron hace tres meses y los nuevos. Y estamos encantados con la respuesta del público. No pensábamos que iba a llamar tanta gente, ya hay un montón de reservas, y muchos son de grupos de ocho. Para fines de semana de julio y agosto casi no hay sitio ya», comenta ilusionada. De los fogones se encarga su pareja, Quique Vázquez Lameiro, que dedicó estas semanas a pensar nuevas propuestas. A los que tenían cita para junio los van llamando y la mayoría les dice que sí, que irán. «Se van a encontrar casi todo igual. Donde estaban los sofás de la entrada ahora hay geles para lavarse las manos, una mesa menos, porque ya habían bastante espacio entre ellas, y que la carta física desapareció, es con códigos QR!, resume desde Terreo, donde ayer los últimos fueron los primeros.