A Coruña, una provincia excelente por la calidad del agua de sus playas

Francisco Brea
Fran Brea LA VOZ

A CORUÑA

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La Consellería de Sanidade realiza una decena de análisis en cada uno de los arenales para obtener la calificación

22 jun 2020 . Actualizado a las 11:45 h.

Tras unos cuantos días de mucho calor y después ya de una semana desde que se volvió a permitir el baño recreativo en el mar, las playas de la provincia estuvieron muy concurridas y los chapuzones para refrescarse fueron una constante. Con alrededor de 200 arenales en el censo oficial de zonas de baño que maneja la Consellería de Sanidade, A Coruña destaca por obtener en la mayoría de ellas la calificación de excelente, en cuanto a la calidad del agua se refiere.

Repasando el listado, en el que también figuran espacios fluviales, solo una veintena de playas no logran el máximo reconocimiento, aunque, entre este grupo, la mayoría logran la distinción de buena. O Pedrido, tanto izquierda como derecha, en Bergondo; A Graña, en Ferrol, y Morazón, en Sada, se quedan en suficiente. Por su parte, A Virxe do Camiño, en Muros, Niñáns, en el río Tambre a su paso por Brión, y el Río Furelos, en Melide, suspenden con un insuficiente, por lo que en ellas no está permitido el baño en este momento.

 

A estos dos arenales, hay que sumar otros 14 en los que está prohibido darse un chapuzón: Ría de Barrañán, en Arteixo; Regueiro, en Bergondo; Peralto, en Boiro; Camelle y Area da Vila, en Camariñas; A Concha, en Cariño; A Concha y Lires, en Cee; Barallobre, en Fene; Testal, en Noia; Santa Cruz Puerto, en Oleiros; Centroña y Ver, en Pontedeume, y O Portiño, en A Coruña, aunque en este último caso, al ubicarse en una zona portuaria en la que está prohibido el baño fue sacado del censo.

Trabajo de los Concellos

La Consellería de Sanidade es la responsable de realizar los análisis que determinan la calidad del agua. El objetivo de este control no es otro que evitar los riesgos para la salud que podría suponer exponerse a aguas con contaminación bacteriana. Gastroenteritis o afecciones respiratorias son los más habituales. Pero para la obtención de buenos resultados es básico el trabajo de los Concellos, que se afanan por tener sus costas en las mejores condiciones posibles para atraer a los bañistas.

Algunos se lo toman muy en serio. Municipios como los de A Coruña, Oleiros o A Pobra, que pueden presumir de contar con entre seis y diez playas en el registro y en todas ellas la calidad del agua es excelente. Destacan localidades como Porto do Son y Ribeira, que con 18 y 17 arenales respectivamente, también obtienen en cada uno de ellos la máxima calificación.

Desde la Administración autonómica destacan que los Concellos son «los protagonistas», ya que «tienen que lograr que sus aguas sean de la mayor calidad posible». Hay playas de núcleos pequeños contaminadas porque los desagües vierten directamente al río que va a dar al mar: «Si eso no se corrige, siempre habrá contaminación».

Para la temporada siguiente

En el supuesto de que se prohíba el baño en un arenal al demostrar los análisis que hay restos de bacterias que puedan ser perjudiciales para la salud, el Ayuntamiento podría presentar las medidas oportunas para poner remedio a la situación. Entonces, una vez llevadas a cabo, Sanidade volvería a tomar las muestras correspondientes y si los resultados fuesen favorables podría reabrirse a los bañistas. Eso sí, tendría que ser ya en la temporada siguiente.

Además de valorar la calidad de las aguas, también se realizan inspecciones para ver si las playas están dotadas de servicios adecuados. En caso de detectarse irregularidades, estas se comunican a las corporaciones locales. «Se nota el trabajo; cada Concello hace lo humanamente posible para que sus aguas sean las mejores», explican en la Xunta.

Lo cierto es que en todos los municipios costeros de la provincia cuentan con al menos un arenal en el que la calidad del agua es excelente. Las playas fluviales también son una buena apuesta para refrescarse.

«Hay estudios que demuestran que en aguas de baño saladas no existen rastros de coronavirus»

Javier Ferreras es el jefe del servicio del Control de Riesgos Ambientales de la Jefatura Territorial de Sanidade, institución que se encarga de realizar los análisis que decretan si la calidad del agua en las playas es excelente, buena, suficiente o insuficiente. Por ello, es una voz autorizada para explicar el procedimiento que se lleva a cabo para valorar la calidad de las aguas de baño: «Para hacer la clasificación, cada año se hacen 10 tomas de muestras. Una previa y nueve cada 15 días durante la temporada de baño».

Lo que se mide es la contaminación que las aguas puedan tener de carga fecal, concretamente la bacteria escherichia coli y los enterococos intestinales. «Si se detecta que hay niveles por encima de las cifras máximas fijadas se prohibe el baño en el arenal por posible contaminación hasta que se haga el próximo análisis», comenta Ferreras.

Que esto suceda es poco habitual en una playa clasificada como excelente en cuanto a la calidad del agua de baño se refiere. Pero, si ocurre, «se envía un escrito al Concello en cuestión diciendo que existe contaminación y carteles informativos para que coloque en las playas. No es normal en una excelente, a no ser que se produzcan vertidos incontrolados o que una tormenta de verano arrastre agua al mar».

Sin capacidad infectiva

En Galicia se están realizando estudios en diferentes depuradoras sobre la presencia de coronavirus en las aguas residuales. En este punto, Javier Ferreras aclara que «a las depuradoras llegan restos de virus sin capacidad infectiva. Con los tratamientos que se realizan en las depuradoras se elimina, por lo que no llegan al mar. Pero, aunque llegasen, está demostrado que la sal es un potente desinfectante y el efecto del cloruro sódico acabaría con el virus. Y aún en la arena, el propio calor y los rayos solares lo inactivarían».

Asimismo, afirma que «la posibilidad de contraer el covid-19 en el mar es muy remota, nunca se puede decir cero. Pero hay estudios hechos que demuestran que en aguas de baño saladas no existen rastros de coronavirus. Por ese lado, los bañistas pueden estar tranquilos. Lo más importante para evitar contagios en los arenales es que los usuarios mantengan la distancia».

Tampoco en las playas fluviales existe riesgo, ya que también se realizan análisis para detectar contaminación de aguas fecales.