Homenaje al vecino al que paró la policía

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Juan, que fue denunciado y tuvo que detener el bingo y la música por orden de la policía de Cambre, recibió ayer el reconocimiento de los vecinos a los que ayudó a sobrellevar el confinamiento

26 may 2020 . Actualizado a las 09:25 h.

Algún vecino no lo puede ver. Pero para la mayoría de los habitantes de la parte alta de la Costa da Tapia, Juan es el héroe del confinamiento. Hace unas semanas les contaba la historia de este hombre que ideó un bingo vecinal. Se jugaban más cartones que en el de Cuatro Caminos. Por la ventana iba cantando los números para que se enterasen los de todos los edificios de la zona, incluidos los de enfrente de su casa.

Una denuncia llevó a los agentes por primera vez a timbrar a su domicilio. «Fueron en varias ocasiones, primero para que parase el bingo y días después para que tampoco pusiese música. No molestaba a nadie», comenta Moncho, uno de los promotores del homenaje que en las últimas horas le tributaron a Juan y a su mujer, Clara. «Es que ella se quejaba de que le rompió vasos y alguna cosa más de tanto andar con el equipo de música de un lado para otro», explican.

No fue un acto sencillo. No, al vecino del bingo y la música más buscado por la Interpol le hicieron regalos, entre ellos el artículo plastificado de La Voz de Galicia en el que hablamos de él semanas atrás. Los vecinos, enormemente agradecidos, ocuparon la mediana de la calle y cada uno portaba un folio con una letra. En todas las hojas juntas se podía leer un afectuoso mensaje de agradecimiento. La pareja, acostumbrada a recibir la visita de la policía, se quedó impactada cuando esta vez decenas de vecinos los ovacionaron.

«Hubo quien denunció y qué le vamos a hacer. Cuando tuvo que dejar de pinchar música aprovechamos el grupo de WhatsApp que habíamos creado para aportar ideas sobre el homenaje», relata Moncho. Invirtieron un total de diez euros por vivienda, que es más que un detalle en estos tiempos que corren, y le regalaron un fin de semana en una casa rural de Carnota, una cesta de productos que ya le gustaría a las de Navidad, valorada en más de 200 euros, un lote de vasos para reponer los que fueron rompiéndose, y hasta un vídeo recopilatorio de los mejores momentos vividos durante esta primavera que jamás olvidaremos. Los protagonistas alucinaron con el cariño de la gente. Unos vecinos (menos el que denunció) que serán amigos para siempre. Una fiesta por todo lo alto a la que esta vez no acudió la policía. La Costa da Tapia pasó a la fase 2, pero no olvida a sus animadores.