A la playa se irá con mascarilla y la policía controlará las distancias

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Marcos Míguez

El Ayuntamiento ultima hoy en una reunión el protocolo a seguir a partir del lunes

22 may 2020 . Actualizado a las 12:46 h.

El próximo lunes se podrá ir a la playa a darse un chapuzón y a tomar el sol, pero no como se hizo toda la vida. Habrá restricciones. Normas inimaginables hasta hace un par de meses. La primera, la mascarilla. No es que la gente tenga que broncearse con el rostro cubierto. Ni ir a la playa sea como ir en bus. Si se guardan las distancias, permiten tenerla en la bolsa, siempre a mano por si se quiere pasear o charlar en grupo. Tenerla puesta o no tenerla dependerá de lo separados que estén los bañistas. Y el que no cumpla podrá ser denunciado. Porque habrá vigilancia.

No solo para que la gente lleve mascarilla. También para controlar las distancias entre unos y otros. La gente no se encontrará con parcelas individuales o en grupo, como en San Juan o como ideó el alcalde de Sanxenxo. Habrá que medirlo a ojo. Y en eso, el Ayuntamiento llama a la responsabilidad. Ya lo adelantó este lunes la alcaldesa, Inés Rey: «No podemos tener a un policía con cada persona. Cada uno de nosotros debemos ser conscientes de las normas y cumplirlas».

Estas obligaciones se concretarán este jueves en una reunión en María Pita. La Concejalía de Medio Ambiente mantendrá una reunión con la Policía y el responsable de Seguridad para concretar el protocolo, ya muy avanzado, pues llevan semanas trabajando en él, según fuentes municipales, que han de atenerse a lo que diga el BOE al respeto y adaptarlo a la idiosincrasia de la ciudad. No es lo mismo Ferrol, por ejemplo, que A Coruña, que cuenta con seis playas urbanas -Riazor, Orzán, Matadero, As Lapas, San Amaro y Oza- y cada cual tiene sus peculiaridades.

«En el Orzán será sencillo controlar los accesos, pues habrá escaleras que sirvan para acceder a la arena y otras para abandonarla. Más complicado será en Oza. O en Riazor, que se puede saltar a la playa desde cualquier punto», cuentan desde el Ayuntamiento. Por eso la reunión de este jueves servirá para concretar qué hacer en cada uno de los arenales para controlar el número de bañistas, que no se formen aglomeraciones en los accesos, que todos acudan con mascarilla o que se respeten las distancias.

En ese protocolo que se hará público en las próximas horas, se fijará el número de agentes municipales o de Protección Civil que cuiden que todo esté en orden. Con el personal que hay, pues también recordó la alcaldesa el lunes que por ley no se pueden hacer contrataciones para reforzar la vigilancia. «Tendremos que optimizar los recursos que tenemos», anunció.

Otro de los asuntos que saldrá de esa reunión es la puesta en marcha de una aplicación que cualquiera puede descargar en su teléfono con toda la información de los arenales. Se podrá conocer en tiempo real y sin salir de casa cómo se encuentran cada una de las playas de la ciudad. O bien bajándose una aplicación en el móvil o a través de la web municipal, cualquiera podrá saber qué se va a encontrar cuando pise la arena. Si hay mucha o poca gente, si la marea está alta o baja, cuáles son los accesos de entrada y salida... ¿Para qué servirá? Para controlar mejor el aforo en cada una de las zonas de costa o arenales de la ciudad y así elegir el lugar menos concurrido, ese en el que más espacio exista entre los bañistas para cumplir con las medidas de seguridad. Porque puede darse el caso de que alguien quiera ir a Riazor y al llegar al paseo se encuentre con que le aconsejen que se vaya al Orzán.

Alcaldes de la comarca llaman a la responsabilidad ante la falta de personal

Un Ayuntamiento como el de Arteixo, con grandes playas, se encontrará a partir del lunes con un problema. ¿Cómo controlar los accesos a Barrañán? ¿Cómo se vigilará que la gente guarde las distancias? No solo es Arteixo. Son muchos los municipios de la comarca, como Miño, Bergondo o Oleiros, que dicen no contar con recursos humanos suficientes para hacer cumplir las normas que se exigen por parte del Gobierno en esta fase 2 que empieza el próximo lunes.

El alcalde de Miño, Manuel Faraldo, apuntó que el problema es serio y que el control de acceso y vigilancia «va a requerir una vuelta de la gestión». Dijo que incluso manteniendo el aforo habrá que desarrollar cómo hacer que los que acuden se queden «en una zona concreta» de la playa. También reclama al Gobierno gallego ayuda para tener más socorristas en los siete arenales de su concello.

Por su parte, el alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, calificó la propuesta de la Xunta de imponer la cita previa como «a burrada máis grande que escoitei en moitos anos». Recordó que hay arenales en los que resulta imposible controlar los accesos, Lo que hay que hacer es «pedir responsabilidade a todos os cidadáns».  

Prohibido fumar

No solo es un problema de controlar los accesos o la separación entre bañistas en ayuntamientos que cuentan con escasos agentes. Más difícil será evitar que nadie fume. En A Coruña se exigirá a las personas que abandonen la playa para hacerlo y para ello habilitará ceniceros en los accesos.