Una Semana Santa con las calles desiertas

maruja campoviejo

A CORUÑA

Desde el Arzobispado de Santiago llamaron a los fieles a trasladar la Semana Santa a las ventanas

10 abr 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

En una Semana Santa convencional los cofrades habrían revisado el parte del tiempo cien veces, y la lluvia que mojó este Jueves Santo hubiera provocado suspensiones o modificaciones en las procesiones. También un sentimiento de pesar por no poder sacar los pasos fuera de los templos para que la lluvia no destrozase las imágenes y sus vestimentas. Las palabras de lamento por las inclemencias meteorológicas hubieran sido muchas, pero la crisis sanitaria del COVID-19 no permite ni mirar al cielo para ver si se pueden celebrar. Todas las grandes citas han sido canceladas para evitar que la pandemia siga sumando infectados, y las calles en un día festivo se volvieron, si cabe, aún más solitarias, únicamente rotas por las compras de la mañana en algunas tiendas y supermercados, y por el aplauso de las ocho.

Visibilización

Desde el Arzobispado de Santiago llamaron a los fieles a trasladar la Semana Santa a las ventanas, el nuevo escenario de visibilización que se ha impuesto con la pandemia. Ramos, dibujos o recortables fueron las propuestas para los más pequeños de la casa, que, durante el confinamiento, han convertido los cristales en corchos donde colocar sus trabajos. Desde la Orden Tercera de A Coruña también se realizaron recomendaciones para estos días. Así, proponían para ayer que se colocará un pañuelo blanco, como señal de gratitud hacia los sacerdotes que ofician solos durante la cuarentena y en algunas partes de la ciudad se pudieron ver. Para este Viernes Santo han propuesto que se cuelgue una cruz con nombres de familiares. La celebración continuará mañana, sábado, cuando se indica que se puede sumar un rosario, y por la noche, algún tipo de luz, evocando el acto religioso que se celebra la madrugada del domingo de Resurrección, gran día de la Pascua, para el que proponen un encendido de velas.