Abica: cocina para todo tipo de gustos en plena Marina

Abica es uno de esos establecimientos de hostelería que tienen una responsabilidad extra, al ser parte de la postal de la ciudad. Por eso recientemente han sometido el local a una reforma «para hacerlo más acogedor», asegura su gerente, Antón Sáez, que en los casi once años que han pasado desde su apertura ya se ha habituado al peculiar ritmo de la Marina: «No está siempre a tope como en verano. En invierno da la sensación de estar en un pueblo, de lo tranquilo que es esto».

Abica se mantiene fiel a su espíritu: «Fue creado como un lugar de encuentro, por eso tenemos una cocina que intenta satisfacer a todo tipo de paladares. Apostamos por poner platos para compartir», afirma Sáez. Y dentro de este concepto han ido evolucionando, aunque hay clásicos intocables: «Hemos intentado sacar de la carta las tostas de bacalao o las de chicharrones y nos han exigido que volviesen. Y hay platos básicos que siempre tienen demanda, como la croca, el raxo de pollo o las croquetas, que les metemos el toque personal con el queso San Simón». Y todo elaborado con producto gallego y un toque moderno, pero sin estridencias. Que la mayor innovación está en la sencillez: «Fuimos pioneros con las mini hamburguesas, que ahora las ves en muchos sitios», explica Sáez. Un éxito como el de su menú del día, con cinco primeros y cinco segundos a elegir, un lujo por 11 euros para degustar en plena dársena coruñesa.

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