Vecinos de A Pasaxe se enfrentan a la policía en el derribo de 4 chabolas

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA

Dos de las casas estaban ocupadas por familias ya realojadas y las otras desocupadas

19 feb 2020 . Actualizado a las 18:25 h.

Muy temprano, a las 8 de la mañana, una excavadora entró en el poblado de A Pasaxe escoltada por cerca de veinte agentes municipales y de la Policía Nacional. La misión era echar abajo cuatro chamizos y, pese a la fuerte oposición que realizaron algunos de los residentes, las viviendas quedaron demolidas en cuestión de dos horas. El resto del tiempo, hasta el mediodía, los operarios se ocuparon de poner todo tipo de obstáculos alrededor de las chabolas demolidas para evitar que no pudieran volver a construir. Cosa que no sería la primera vez que ocurriese.

De las cuatro viviendas derribadas, dos estaban habitadas y las otras no. Las primeras, ocupadas por dos familias con menores (siete adultos y tres niños), a las que Benestar Social les entregó este martes las llaves de sendos pisos y a las que se les hará un seguimiento. En las otras, no vivía nadie, según el Ayuntamiento. Estaban siendo utilizadas por sus antiguos propietarios como almacén de chatarra. Ya no dormían ahí. Solo acudían para trabajar el género.

Con estas dos familias realojadas, ya solo quedan 17 en el asentamiento de la antigua conservera Celta. El Ayuntamiento trabaja en estos momentos en la obtención de vivienda de alquiler para los que quedan. A medida que se vayan consiguiendo pisos, se irá vaciando el poblado hasta su total desalojo. Ese día, que no tiene fecha, los terrenos podrán ya ser entregados al propietario del terreno y a Costas. Por ahí pasará el paseo marítimo que unirá Oza con O Burgo.

Pero para eso, la Concejalía de Benestar Social —ayer estuvieron presentes en el derribo dos trabajadoras de ese departamento— considera vital favorecer la inserción laboral de los realojados. Aparte de buscarles un hogar digno y otorgarles ayudas para el alquiler durante un máximo de 5 años, el Ayuntamiento les exige la asistencia a cursos de formación para su ingreso en el mercado laboral. La concejala de Benestar Social, Yoya Neira, apela a la importancia de que las medidas sean efectivas a largo plazo. Que no se trate solo de un desalojo y luego olvidarse de los realojados. Con ellos se continuará trabajando, dijo.

En cuanto al derribo, no fue, como se esperaba, pacífico. Según fuentes municipales, los dueños de las chabolas demolidas que ya no vivían en ellas se enfrentaron a los agentes a pedradas. Nadie resultó herido. La Marea Atlántica, que tuvo problemas similares en el desalojo de la Comandancia criticó la actuación policial. «As porras non son unha solución» y recordó que cuando gobernaban realojaron a 71 personas sin incidentes.