Una de las afectadas por el incendio en un local de Monte Alto: «Los que ensayamos en las salas 5, 6 y 7 lo hemos perdido todo»

Alejandro García Chouciño
A. G. CHOUCIÑO A CORUÑA

A CORUÑA

El fuego, en el bajo del número 39 de la avenida de Hércules, se originó alrededor de las 21.45 horas de este sábado. Los Bomberos de A Coruña tuvieron que evacuar por la fachada a cuatro residentes

09 feb 2020 . Actualizado a las 16:08 h.

Consternación y sorpresa entre los músicos del local de ensayo situado en el bajo del número 39 de la avenida de Hércules, en el barrio de Monte Alto. Muchos de ellos aún siguen en estado de choque tras enterarse del incendio que calcinó por completo varias salas y causó daños materiales en las restantes. «Se cayeron todas las paredes de las salas 6 y 7, que fue dónde se originó el fuego, y quedaron ambos espacios unidos», explica Patricia García, usuaria de la sala 6.

Sobre las 21.45 horas de este sábado saltaban las alarmas en el parque de bomberos al recibir el aviso de una de las personas que se encontraban ensayando en el local en esos momentos. «Estaríamos sobre seis o siete personas en el bajo cuando que se originó el fuego», relata Samuel, usuario de la sala 2. «Cuando empezó estábamos a punto de salir. Vimos que el humo llegaba a nuestra sala y ya tuvimos que escapar corriendo para la calle», añade.

«las pérdidas pueden superar los 20.000 euros»

El suceso llegaba al resto de afectados sin que pudiesen hacer nada. «Nos avisaron a la una del incidente y estuvimos aquí hasta las tres de la madrugada cuando ya vimos que era imposible hacer nada nos fuimos para casa. A la mañana volvimos para ver cómo estaba la situación», comenta Patricia Garcia. «Los que ensayamos en las salas 5, 6 y 7 lo hemos perdido todo. Guitarras, amplificadores, baterías... Incluso el alquiler de la sala, que eran 300 euros y estaban allí», lamenta. Los músicos que tenían su material en dichos espacios, calculan que «las pérdidas pueden superar los 20.000 euros».

«Entramos a pesar de que hay riesgo de que el techo se venga abajo»

Las cuatro primeras salas lograron salvarse de las llamas y se pudo rescatar material que había en su interior. «En nuestro equipo no pasó nada porque en la sala en la que tocamos solo llegó el humo», destaca Samuel. A media mañana del domingo acudieron hasta el lugar varias personas para retirar todo el material que fuese posible. «Entramos a pesar de que hay riesgo de que el techo se venga abajo», señaló Patricia.

«Yo me enteré que había llamas por los gritos de los del cuarto»

Según algunos testigos, la densa humareda provocada en los primeros minutos por la combustión del material que recubre las paredes del bajo, a modo de aislamiento acústico, se propagó por el resto del inmueble y obligó a evacuar a cuatro vecinos, algunos de ellos protegidos con máscaras, a través de la fachada mediante la autoescalera izada por los bomberos. «A las dos de la mañana nos desalojaron. Desde el patio veíamos humo, entonces fuimos a la ventana principal y ya vimos que estaban los bomberos», comentó una de las residentes a Radio Voz. «No se puede estar aquí. Tenemos que lavar toda la ropa, incluida la ropa de la cama», añadía la vecina del cuarto este lunes. A otras, sin embargo, el incidente les pilló por sorpresa en sus casas: «yo me enteré que había llamas por los gritos de los del cuarto», indica otra mujer al programa Voces de A Coruña.

Durante las 15 horas que mantuvieron activo el dispositivo, apoyados por la Policía Local y personal sanitario del 061, los equipos del parque de A Grela desplazaron a Monte Alto a 26 especialistas. Varios retenes permanecieron en la avenida de Hércules toda la madrugada para evitar que las llamas volvieran a prender. Las tareas se centraban en remover los rescoldos y refrescar para evitar rebrotes.

De hecho, ayer por la tarde, cuando ya se había levantado el plan de vigilancia, una dotación tuvo que regresar al barrio para extinguir un pequeño foco que se había iniciado en un punto caliente. La dificultad de la intervención, según explicaron a última hora de ayer, obedeció a un cúmulo de circunstancias: un sótano sin ventilación ni más acceso que la entrada al edificio, estancias muy pequeñas, pasillos angostos, material muy combustible y, para complicarlo aún más, el foco en el extremo más distante.

Los bomberos estuvieron apoyados por patrullas de la Policía Local y una ambulancia con personal sanitario del 061. El 112 confirma que, afortunadamente, no fue necesario trasladar a ninguna persona.