A prisión el supuesto autor del golpe que mató a un hombre en Nochevieja en Oleiros

Alberto Mahía REDACCIÓN / A CORUÑA

A CORUÑA

David M.E., de 27 años, ha sido enviado a prisión
David M.E., de 27 años, ha sido enviado a prisión ANGEL MANSO

David M.E., de 27 años, supuesto autor del golpe con el cenicero, fue encarcelado, mientras que H.M.R. quedó en libertad y tendrá que comparecer una vez al mes en los juzgados como investigado por un delito de lesiones. Ambos declararon que nunca quisieron matar a Enrique Gueto

04 ene 2020 . Actualizado a las 13:54 h.

La jueza del Juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña, en funciones de guardia, decretó el ingreso en prisión comunicada y sin fianza para David M. E. como investigado por un supuesto delito de homicidio, cometido en Bastiagueiro (Oleiros). El otro detenido, H.M.R., de 30 años, fue puesto en libertad, aunque tendrá que comparecer una vez al mes en los juzgados en calidad de investigado por un presunto delito de lesiones.

Ambos fueron puestos a disposición judicial a primera hora de la mañana de ayer. El primero en declarar ante la jueza fue H.M.R. Defendido por el penalista Ramón Sierra, negó haber agredido a la víctima. Reconoció que estaba presente en la pelea, pero sin apenas intervenir. Su letrado asegura que su arresto «nunca debió haberse producido, tal y como ahora confirma el auto judicial que lo deja en libertad». Asimismo, el abogado quiso destacar el «profundo dolor» que siente su cliente ante la muerte de un joven al que conocía.

Tan deshecho como David M.E., según aseguró su abogado defensor, Diego Reboredo. «Se encuentra extremadamente desolado y hundido por este desgraciado suceso en el que terminó muriendo Enrique», dijo. También explicó que su representado negó ante la jueza haber golpeado con un cenicero a la víctima. «Yo no fui», declaró.

Pero la jueza sospecha que sí fue, y por eso decidió su envío a prisión. No obstante, el informe de la autopsia, que saldrá en unos días, determinará la causa de la muerte. Ya no solo habrá que averiguar si el ahora recluso de Teixeiro agredió o no con un cenicero al fallecido, sino también si ese fue el motivo del fatal desenlace, una caída o, incluso, otras circunstancias.

Todo empezó en la barra

Según lo declarado ayer por los detenidos, todo comenzó en la barra del salón donde ambos grupos coincidieron para celebrar la Nochevieja. La familia del fallecido —padre, hermana, cuñado y dos sobrinas, entre otros— había tomado las uvas en el hotel, mientras que el supuesto homicida y sus amigos llegaron más tarde. David y la víctima pidieron un chupito de tequila y comenzaron a discutir sobre si uno le echaba sal al otro o no. Una nimiedad. Empezaron a elevar las voces, pasaron a los insultos, luego a las amenazas y terminaron a empujones. En ese momento, el resto de los presentes se sumó a la pelea y comenzaron a volar mesas y sillas por el salón. Pese a que en la reyerta participaban más de diez personas, el personal del hotel logró echarlos fuera, donde continuaron los golpes. En eso, la familia del fallecido decidió refugiarse de nuevo en el interior del establecimiento, donde permanecieron unos minutos en un intento de que los ánimos se apaciguasen. No se apaciguaron. Enrique Gueto, decidió salir de nuevo a la terraza, donde se encontraba el grupo del presunto agresor. Y fue cuando recibió el golpe.

Cuando todos vieron que cayó al suelo inconsciente y que sangraba por la cabeza, unos y otros bajaron los brazos. Los allegados del herido corrieron a intentar socorrerlo. También, una enfermera que se encontraba en el hotel pasando la Nochevieja. A los pocos minutos llegaron varias patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local de Oleiros. Uno de los agentes, con conocimientos de primeros auxilios, luchó durante 20 minutos para salvarle la vida. Pero no pudo. Cuando llegó la ambulancia, Enrique Gueto ya estaba muerto.

Antes de la llegada de la policía, el ahora encarcelado, que tiene antecedentes por lesiones, buscó refugio en el interior de un vehículo, pues allegados de la víctima corrieron hacia él para que no huyera o para «lincharlo», según declararon algunos de los testigos. De hecho, zarandearon el coche para sacarlo. Pero no pudieron. Tanto la Policía Local como la Guardia Civil lo impidieron y pusieron en un lugar seguro al presunto agresor, que incluso se quedó dormido. No fue detenido oficialmente hasta pasadas tres horas. Al otro hombre, que ayer salió en libertad, lo arrestaron más tarde después de que algunos de los presentes lo señalasen como uno de los principales protagonistas de la pelea. Este hombre permanece en calidad de investigado por un delito de lesiones.