Floradeira, flores de nuestras abuelas para embellecer A Coruña

Patricia García Lema
Patricia García A CORUÑA

A CORUÑA

Verónica Souto es el alma de esta empresa de cultivo y venta de flores que quiere devolver la esencia del campo a través de sus plantas

16 dic 2019 . Actualizado a las 11:53 h.

«Llevo toda la vida entre flores. Empezaron mis padres con invernaderos hace casi 30 años y yo siempre les echaba una mano», recuerda Verónica Souto, el alma de Floradeira, una empresa de Paderne de venta de flores online y de talleres de decoración a domicilio. Su objetivo: que las casa se vuelvan a llenar de las flores de las aldeas.

«Quería darle una vuelta a la floristería convencional y quedarme en la aldea para criar a mi pequeña en el rural. Tengo unos recuerdos de infancia muy chulos y quería lo mismo para ella. Así empecé a cultivar mis flores, a recuperar variedades que se plantaron siempre, a cultivar las flores de los jardines de las abuelas, las flores que había en las cunetas de las aldeas», cuenta esta emprendedora. «Floradeira viene de pescadeira, leiteira, panadeira… de las mujeres de antes que se recorrían los pueblos con las cosas de la aldea. Y yo quiero hacer eso, llevar las flores de la aldea a la ciudad. No voy con el cesto en la cabeza, pero casi», confiesa con una sonrisa.

Sus flores remueven sentimientos, traen recuerdos y hacen que salte alguna lagrimita de emoción. «Me pasa un montón con la lunaria. La gente la toca y me dice ‘ésta la tenía mi abuela encima de un aparador'. Lo mismo pasa con estas variedades como las dalias. Al final, las flores se mueren, pero queda para siempre el recuerdo».

Estos días trabaja sin parar para atender los encargos que le llegan de toda España a través de su web. Otra de sus especialidades son los talleres de flores a domicilio, perfectos para decorar la casa para Navidad con un chocolate caliente en la mano y el cariño de Verónica por las flores. «En noviembre me fui dos semanas de vacaciones y casi no pude desconectar porque ya me empezaron a preguntar por la Navidad. Así que a la vuelta ya reenganché con todo el ritmo de las fiestas. Tengo mucho trabajo a nivel talleres, gente que quiere tener su decoración en casa y que busca algo natural y diferente, pero que les dure durante toda la Navidad», explica.

En los cursos, Verónica ayuda a la gente a que «le pierda el miedo a las flores, a que experimente con ellas. Las flores no son tan delicadas ni tan efímeras como parecen». Las clases en grupo son un plan alternativo para celebrar las fiestas entre amigos: «El año pasado hice un taller para un grupo de amigas que venían de diferentes ciudades y que se pudieron juntar todas antes de fin de año. Eran como 10 o 12 personas y fue muy divertido». Ella se encarga de todo el proceso, del cultivo, el montaje y el envío. Estos días, a su trabajo en el invernadero y en casa, se suma la decoración de varios locales en Betanzos. «Estoy yo sola, pero es muy agradecido poder dedicarme a algo que me apasiona».

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