Inés Rey, de militante a alcaldesa en un año

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Los socialistas han pasado de perder 26 votos al día a ser la primera fuerza en las generales

27 nov 2019 . Actualizado a las 11:29 h.

Después de 26 años de retirada forzosa, perdiendo 26 votos al día ante los avances de BNG, PP y Marea Atlántica, el Partido Socialista empezó a recuperar posiciones en el 2018, cuando Inés Rey se impuso en unas primarias muy peleadas, el primer impulso para su aterrizaje en la alcaldía. Bajo el mando de la nueva regidora, los socialistas han pasado de ser una fuerza casi descartada a llevar la batuta en el palacio de María Pita.

 Un partido dividido

Sensibilidades, tendencias, familias y fracciones. Hasta el 2019, casi cualquier descripción de la virulencia de las guerras intestinas del PSOE se quedaría corta. No había llegado el 2006, cuando el exalcalde Francisco Vázquez dejó María Pita, y el partido ya era una marejada que ondeaba más o menos al mismo ritmo gracias al jarabe del poder municipal. La derrota a manos de los populares en el 2011 aceleró el fraccionamiento interno, y el Partido Socialista empezó a parecerse cada vez más a esa «picadora de carne» que describían los militantes más críticos.

 Entre el 2011 y el 2018 la formación se debilitó, zarandeada por la reforma constitucional de Zapatero, el impacto de la crisis, los escándalos de las cajas de ahorro y las preferentes, el auge del PP....

En el 2015, la irrupción de las nuevas formaciones de izquierda proclamó la sepultura de los socialistas. Primero con el auge de Podemos y después con la penetración de la Marea Atlántica hasta el corazón de su electorado.

Aquel 2015, los socialistas tocaron fondo. Se convirtieron en la tercera fuerza. Simbólicamente, la Marea les echó de sus escaños a la izquierda de la mesa presidencial del salón de plenos. En los años siguientes opositaron a partido en descomposición. La «picadora de carne» alcanzó a los altos cargos, hubo tres portavoces en un mandato, y la línea política quedó solapada por la de Marea, convertida en referente del ala izquierda del pleno.

 El riesgo de extinción

La caída. En 1991, el PSOE había obtenido 69.705 sufragios, el 59 % del total. Pero en el 2017 les quedaba el respaldo del 12,5 % de los coruñeses, es decir 14.600 sufragios. Ahí, en esa sima electoral que parecía anticipar la desaparición -o al menos la irrelevancia- del Partido Socialista, arrollado por la «nueva política», empezó la remontada. En esos años, dos portavoces Mar Barcón y José Manuel Dapena, habían sostenido al partido en sus horas más bajas. En febrero del 2017 les sucedió José Manuel García, que entró en la lista como independiente. García defendió que el pleno retirase la confianza al alcalde de la Marea, marcando distancias con ese partido.

 Las primarias

Un paso más allá de la «picadora de carne». García era el favorito en las primarias del PSOE a la alcaldía, que se disputaron en noviembre del 2018. Pero ganó Inés Rey. La futura alcaldesa era una candidata engañosamente joven. Nació el 11 de julio de 1982, solo tenía 36 años, pero militaba en el PSOE desde los 19 y había sobrevivido a la «picadora de carne» que trituró portavoces, concejales, cargos orgánicos y militantes. La respaldó una coalición de familias tan compleja como inevitable, dada la situación del partido, entre las que destacaban el sector próximo a la futura portavoz y actual concejala de Servicios Sociales, Yoya Neira, y al sector provincial, que representa el portavoz municipal, José Manuel Lage Tuñas.

 Un partido renovado

Adiós a los pesos pesados. Durante el mandato 2015-2019 los socialistas dejaron atrás a sus últimos altos cargos de la época vazquista. José Luis Méndez Romeu, uno de las primeras influencias de la alcaldesa, dejó la política en el verano del 2016; y lo mismo hizo Mar Barcón en el estío del 2017, tras abandonar la portavocía y la secretaría general en A Coruña. Unos meses después, en febrero del 2018, Eva Martínez Acón, hoy concejala de Empleo, se alzó con la secretaría general. Pero la renovación se completó con la elección de Rey, que provenía de los sectores críticos que llevaban años pugnando por la renovación del partido.

 La candidatura

El momento clave. La renovación estuvo a punto de parecerse al Blue Star en marzo de este año, cuando el aparato del partido se enfrentó a la candidata a la hora de componer la lista para las municipales y el partido se acercó a los arrecifes. No hubo embarrancamiento, Rey garantizó que el sector próximo al secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, estaría bien representado al situar a Eva Martínez Acón en el numero cinco. Las críticas se fueron acallando en las semanas siguientes y el PSOE evitó sufrir otro trombo como los que lo habían lastrado en años previos.

 La campaña electoral

Candidatura solvente. La victoria del PSOE en las elecciones generales impulsó a los socialistas coruñeses, pero las encuestas indican que Rey tuvo un papel clave en la recuperación de la alcaldía. Acabó la campaña como la candidata mejor valorada de forma global, mientras que sus rivales directos de la Marea se hundieron en los sondeos a medida que endurecían sus mensajes.

La victoria en las municipales de mayo confirmó la recuperación del PSOE que habían anunciado las generales de abril. En aquel mes los socialistas habían sido la primera fuerza. En las municipales quedaron por detrás del PP, que con Beatriz Mato al frente amortiguó los malos resultados a nivel nacional. Pero los socialistas volvieron a ser primera fuerza y mejoraron sus resultados en las generales celebradas hace solo unas semanas, lo que indica que aún tienen margen de mejora. Las generales del 10N consolidaron a Rey como una referencia del PSdeG. «Conectou cos cidadáns», dice su secretario general, Gonzalo Caballero, y marcaron el punto de inflexión definitivo en la tendencia a la baja del PSOE coruñés, que con ella pasó de perder 26 votos al día a ser primera fuerza.