¿Qué camino tomo para salir de Perillo?

Alberto Mahía A CORUÑA

A CORUÑA

Ángel Manso

El cambio de dirección en las calles convierte la parroquia en un laberinto con cruces en los que las señales verticales y horizontales se contradicen

20 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Días antes del 23 de octubre, fecha en la que se pusieron en marcha los cambios de dirección en varias calles de Perillo, el alcalde de Oleiros fue cuestionado por la idoneidad o no de la medida. Pues eran muchos los que preveían que las estrechas calles del centro se convertirían en un caos. Ángel García Seoane respondió que para él, los vecinos eran lo primero. Infinitamente más que los conductores, que utilizaban y llenaban de coches el pueblo para evitar la ratonera de Sol y Mar. Y por esos residentes, por su seguridad y bienestar, el Concello de Oleiros reordenó el tráfico en la parroquia porque lo que allí llevan años soportando vecinos y trabajadores de la zona no era de recibo.

Así que el alcalde dijo hasta aquí llegamos y ordenó la reordenación del tráfico para que la parroquia dejase de servir como atajo a cientos de conductores a diario, con la inseguridad e incomodidad que ello causaba entre los que allí viven y residen. Por el momento, se cambió la dirección de muchas calles. En un futuro, puede que para circular por Perillo haya que hacerlo con una tarjeta de residente, según anunció Ángel García Seoane.

Pero en estos momentos el problema es otro. Si bien, algo disminuyó el tráfico, el que no sea de Perillo y se meta por sus calles se va a perder seguro. Se sabe por dónde entrar, pero por donde salir es un misterio. La razón es que las nuevas señales verticales que pusieron, que son las que mandan, según el código de circulación, conviven con las que antes había pintadas en el asfalto. Hay una calle, Corredoira das Viñas, donde llegados al cruce con Xosé Neira Vilas, todo se vuelve un lío. La foto superior lo demuestra. Y la madeja se sufre en varios viales más.

¿Qué opinan los vecinos? En general, encantados con los cambios. «Ao principio costaba un pouquiño, pero xa o temos claro e o tráfico baixou. Eso sí que se nota», afirmaba Javier Corredoira, vecino de la rúa Piscina. Hablando de piscina, ahora para encontrarla, antes hay que perderse.

El propietario de una tienda saca el pecho por su alcalde. «A ver qué político de hoxe pensa antes nos veciños que nos coches», pregunta. Y él mismo se responde: «Como Gelo non hai outro».

Encontrar un empadronado en Perillo molesto por los cambios en el tráfico es tan difícil como circular por sus calles siendo foráneo. Pese a que todas las vías tienen señales nuevas, las antiguas tapadas y las que están pintadas en el suelo u horizontales, informando de todo lo contrario que indican las primeras.

Operarios ya están borrando las señales antiguas del suelo

Una empresa contratada por el Ayuntamiento de Oleiros lleva días solucionando el problema de las señales contradictorias. Ayer mismo, un equipo formado por tres operarios se esforzaban en limpiar una señal en el suelo de la rúa Doña Emilia que indicaba una dirección por la cuál ahora no se puede ir. «Son muchas las que hay que eliminar», decían. foto a. manso