«Queres innovar de verdade? Baixa a ratio de alumnos»

Montse Carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Profesores de centros públicos con experiencia en innovación demandan aulas menos saturadas y apoyo social y familiar

18 nov 2019 . Actualizado a las 14:37 h.

El primer día de clase de biología Xacobo de Toro tuvo un déjà vu. Se vio a sí mismo en el lugar de sus alumnos, a su misma edad, aguantando el rollo de las amebas y los protozoos, así que les pidió que imaginaran, echó mano del pobre equipo audiovisual del aula y del que llevó de casa y ya no paró. Doce años después, su trabajo en el IES Urbano Lugrís de Malpica alumbró el Xeoclip, un canal de Youtube sobre geología y paisaje con vídeos realizados junto a su compañera Rocío Romar que apenas duran tres minutos y dan para un trimestre de clase.

También desarrollaron un arenero con técnicas de realidad aumentada e impresión 3D, y un tutorial de Youtubeiras titulado Seis pasos para falar malpicán que nació del «ti es do monte e falas como os do monte» y acabó con los chavales prendados de la riqueza inmensa de la gheada.

«A innovación non radica na tecnoloxía senón na aprendizaxe contextualizada», explica De Toro, que llevó sus proyectos a Tesalónica y Bruselas. «Innovar é enganchar o interese dos nenos para facer cousas. Cando as aulas son participativas xorden dinámicas colaborativas», anota el profesor. Y en ese contacto estrecho se encuentra el corazón de la escuela. «Nós non queremos traballar menos, queremos tempo para atender aos nenos, miralos aos ollos e que eles se sintan en confianza para preguntar. Eu non podo atender a 33 rapaces, algúns con TDA, TDH, Asperger, altas capacidades, dislexia, problemas na casa… Iso é o máis discriminatorio. Queres innovar de verdade? Baixa a ratio. Dáme 25 alumnos. Con lapis e papel abonda».

Ángeles Balseiro, directora del innovador instituto María Casares de Oleiros, comparte la queja: «Es una utopía innovar con 30 alumnos, unos brillantes y otros sin la más mínima destreza en cálculo matemático o lectoescritura».

Balseiro apela al papel de la sociedad. «Para muchas familias somos el enemigo y cuando nos apoyan se nota mucho. Otras veces se implican pero mal, sobreprotegiéndolos. Se nos cuestiona, nos piden la referencia legal... Hay que dejar que los niños gestionen sus problemas. Hay niños muy débiles». De Toro opone la realidad del profesor: «Se non te complicas a vida, fas un montón de horas; se te complicas a vida, andas sempre con falta de sono, pero dáche igual».