Las lluvias, el secreto para frenar el CO2

alfonso torices MADRID / COLPISA

A CORUÑA

ARNI SAEBERG

España logró reducir ocho toneladas de emisiones en el 2018 por las condiciones climáticas

17 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

España logró reducir en 2018 la emisión a la atmósfera de gases de efecto invernadero, los principales responsables del cambio climático, en un 2,3% respecto al año anterior. La cifra de emisiones, 340,7 millones de toneladas de CO2 generadas por la actividad económica y social anual de todos los residentes, es el cuarto volumen más bajo de la última década, tras los datos de 2013, 2014 y 2016. Lo que en principio parece una tendencia positiva, un paso adelante de España en la lucha contra el calentamiento global, es, sin embargo, una realidad «engañosa», según explicó el portavoz de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz.

La parte principal de estas ocho millones de toneladas menos de CO2 que se lanzaron en 2018 a la atmósfera hay que agradecérsela no a la influencia de medidas o políticas correctoras sino, principalmente, a que fue un año más lluvioso que el conjunto de 2017, lo que acumuló un mayor volumen de reservas en los pantanos y, por lo tanto, permitió un mayor uso de una energía limpia como es la generada por los saltos hidráulicos. Andaluz explicó que, como ha ocurrido desde el final de la crisis en 2013, todos los años con reducciones, 2016 y 2018, se han debido simplemente a una mayor utilización de las centrales hidroeléctricas, lo que el ejercicio pasado permitió una reducción aproximada de un 15 % en el uso de las centrales termoeléctricas de carbón y de gas, las primeras de ellas sobre todo fuertes generadoras de CO2 y de partículas contaminantes, y de un 5 % de menor uso de las centrales de gasóleo.

No obstante, también ayudó a lograr la reducción del año pasado, aunque en bastante menor medida, el aumento de entre un 3 % o un 4 % en la producción de electricidad en España a partir de energías renovables.

Prueba de la escasa reducción de CO2 que en 2018 fue debida a las mejoras estructurales en la lucha contra el cambio climático es que el único sector que rebajó sensiblemente las emisiones fue la rúbrica de energía, con un caída anual del 11,6 %, casi cinco veces mayor que la conseguida por el conjunto de la economía. La industria solo mejoró un leve 1,6 % y el transporte, los hogares y la ganadería, sectores que suman más de la mitad de las emisiones españolas, empeoraron en un 2,6 %, 2 % y 0,6 %, respectivamente. El débil recorte real de emisiones logrado por España se observa también en que, pese a la bajada, el CO2 lanzado en 2018 a la atmósfera es todavía un 2,55 % mayor que en 2013, el año que tocó fondo la crisis económica y en el que las emisiones fueron bajas por la escasa actividad.