Este es el aspecto de la cala tras el paso de la borrasca, ¿volverá su arena?
15 nov 2019 . Actualizado a las 13:37 h.Además de las montañas de olas en el mar, la playa sin arena de Matadero fue otra de las imágenes del día de ayer. El arenal amaneció cubierto de piedras. Las que están normalmente cubiertas por la arena que arrastró el oleaje.
«La erosión sobre los arenales actúa esencialmente empujando la arena hacia la costa y acumulándola contra lo que ahora hay ahí, que son muros y un poco de playa. A veces, incluso invade el paseo marítimo y calles circundantes», indica el profesor emérito de Geodinámica Externa de la Universidad da Coruña, Juan Ramón Vidal Romaní. Sin embargo, también puede darse el efecto contario. «En la resaca la arena puede ser arrastrada hacia el mar», añade.
«La arena se habrá quedado en medio de la ensenada, no mar adentro», puntualiza Enrique Peña, catedrático de Ingeniería Portuaria y Marina en la UDC. «La devolverá el mar. Se va por reflexión de oleaje intenso. Regresa de las zonas acrecidas por temporales de menor intensidad. Es una respuesta natural en una playa encajada, como son las de Matadero, Orzan y Riazor, que forman una unidad. La ensenada tiene una profundidad de 1.600 metros y un ancho medio similar. La arena en esta situación morfológica no se pierde, simplemente cambia el perfil como respuesta volviendo a recomponerse en la siguiente respuesta», remarca Eduardo Toba, ingeniero de Canales, Puertos y Caminos.
La estética frente a la naturaleza
«Es algo lógico y que se repetirá en muchas playas de la costa de Galicia estos días. Estás playas han sido fabricadas para dar a la costa otro aspecto estético. Se arregla echando arena y, como no es una zona de acumulación de arena de forma natural, la poca que hay se va en cuanto hay un oleaje severo. Es el problema de querer transformar la costa en lo que no es. Esto mismo ha ocurrido en otras zonas, como las playas de Arteixo o en Arealonga, en la costa Norte de Lugo. O lo que ocurre en A Guarda, en el limite con la costa portuguesa», concluye Juan Ramón Vidal Romaní.