El aristócrata de las tierras del Norte ya está aquí

Antonio Sandoval Rey

A CORUÑA

Antonio Sandoval

Los primeros zorzales reales empiezan a llegar procedentes de Escandinavia

03 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Por momentos permanece tan quieto que bien podría ser una talla de madera. El artista que la haya pintado con meticulosos toques de pincel parece haber querido evocar, en la selección y distribución de los colores, todas las gamas del otoño: el ocre de la hojarasca en el dorso, el gris de las nubes en la cabeza, el amarillo de las frondas de abedules en el pico, el blanco de la escarcha en el vientre, salpicado de manchas oscuras como huellas en la nieve... En cuanto a sus negras ojeras, bien podrían ser un guiño a los efectos del cambio de hora.

Como si hubiera recibido un impulso eléctrico, se activa con un gesto decidido. De un salto, dirigiendo igual que una daga su pico hacia el suelo, se hace con una presa que desaparece por su garganta antes de que yo la haya podido identificar. Y de inmediato regresa a su hieratismo, tan de perfil que ahora recuerda una figura de gran valor preservada en la vitrina de un museo. 

Rutas reales

Se le ve encantado con el menú que está disfrutando en este prado al pie de la Torre de Hércules. Lo comparte con varios mirlos, un zorzal alirrojo, un puñado de gorriones y dos petirrojos. Los contemplo con mis prismáticos mientras comen, y es como si espiara, tras un pesado cortinón, a los participantes de un banquete medieval. De todos, él es el de actitud más aristocrática. No en vano es un zorzal real.

A saber a qué estirpe regia pertenece. Muy probablemente haya nacido en algún palacio forestal noruego, pues ese tiende a ser el origen de la mayoría de los de su especie que llegan hasta aquí.

Es curioso: los resultados de diferentes proyectos de anillamiento de zorzales reales han revelado que, así como los que nacen en Francia, Alemania o Suiza prefieren invernar cerca del Mediterráneo, y los suecos optan por los países bajos, los de Noruega escogen casi siempre una ruta hacia el suroeste. 

«Winter is coming»

Su llegada en estas fechas me la represento cada año como la de un ejército de heraldos hiperbóreos anunciando la llegada del invierno. Sí, como los Stark en Juego de Tronos: «Winter is coming!»

Allá arriba, por ejemplo tras el muro imaginario de la línea del círculo polar, se supone que ha empezado a hacer verdadero frío. Compruebo en mi móvil a qué temperatura están hoy en Tromsø. Me dice que a varios grados bajo cero. 

Largo viaje

Aunque claro, eso está muy lejos... Lo miro también, ya que estoy: para llegar allí, a más de 4.800 km de distancia por carretera, necesitaría 50 horas ininterrumpidas de coche. ¿Cuánto le habrá llevado a este zorzal real? Solo él lo sabe. Por el apetito que demuestra tener, su gasto de combustible ha sido notable. 

El instante

Ahora vuelve a estar tan quieto como en un retrato colgado en un gran salón nobiliario. Casi dan ganas de hacerle una profunda reverencia. Sin embargo, lo que le hago es una foto. Pocas aves saben posar así de bien. Debe ser cosa de familia.

Diferencias

Diferenciar al real de los otros zorzales que podemos ver estos días por A Coruña y alrededores es muy sencillo: algo mayor de tamaño que el común y el alirrojo, su cabeza gris y dorso marrón son inconfundibles.

Dónde buscarlos

No son fáciles de encontrar. En los lugares despejados, por ejemplo nuestros parques más abiertos, suelen preferir las zonas con arbolado próximo donde refugiarse en caso de peligro.