Los dos grupos pactan sin los socialistas un pleno extraordinario para plantear cambios en los Orzamentos
22 oct 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Los presupuestos de la Xunta más inversores -o menos cicateros, si se prefiere- con A Coruña desde el 2016 van a ser los que más oposición tengan. Ya no es que, como era previsible, los partidos de la oposición vayan a plantear reclamaciones para incrementar o mover fondos, es que probablemente el pleno de A Coruña adoptará un acuerdo con alegaciones al documento.
En una maniobra política que sorprendió a los demás partidos, la portavoz de la Marea, María García, y la concejala del BNG, Avia Veira, anunciaron ayer un acuerdo entre sus grupos para convocar un pleno extraordinario en el que aprobar una serie de demandas de la corporación de A Coruña contra las cuentas.
El acuerdo se fraguó sin que el gobierno local del PSOE, que ha firmado acuerdos políticos con ambos partidos, lo supiese; y se anunció poco antes de que el portavoz del ejecutivo socialista, José Manuel Lage, compareciese para explicar la postura de su formación ante las cuentas.
Lage echó en falta «un maior compromiso do Goberno autonómico coa Coruña en especial despois de que se recuperase entre ambas Administracións un clima de cooperación e diálogo», pero subrayó que debe traducirse en hechos y lamentó que en este caso «dista moito de ser cumprida de maneira efectiva». Recordó además «a débeda histórica da Xunta coa cidade en materia de investimentos», y denunció que son «insuficientes» los fondos para proyectos como la intermodal o los centros escolares. También reclamó que se aborde la deuda con la Sinfónica.
La maniobra de la Marea y el BNG causó malestar entre los socialistas. No solo porque fuese interpretada como un intento de solapar su rueda de prensa, sino por cuestiones de fondo.
Una de las primeras medidas de la alcaldesa, Inés Rey, fue reabrir el diálogo con la Xunta, roto en el anterior mandato de la Marea. Esa política se plasmó en una reunión con Alberto Núñez Feijoo en la que se alcanzaron acuerdos sobre proyectos, como la intermodal o Santa Lucía.
La Marea criticó la reunión e insistió en que se debía mantener la tensión con el Gobierno gallego. El pleno extraordinario podría reavivar el choque institucional, ya que sería esa institución -en lugar de los grupos parlamentarios- la que plantearía reclamaciones al proyecto presupuestario del Gobierno gallego.
Los socialistas aún tendrán mayoría en el pleno para cambiar o incluso rechazar una posible propuesta de alegaciones conjuntas de Marea y BNG, pero el resultado de la sesión puede mediatizar el diálogo con la Xunta del PP.
La propuesta de hacer el pleno otorga cierto protagonismo al BNG en plena precampaña de las generales, pero es la Marea la que podría resultar más beneficiada, ya que a través del pleno podrá suplir su falta de referentes en el Parlamento gallego después del quiebra de En Marea, en la que tuvo un papel protagonista.