«La inmensa mayoría de los inmigrantes son muy buenos y trajeron vida al barrio»
Atodo el mundo le gustaría llegar a los 91 años como lo hizo José Rodríguez, que tiene la mente y el cuerpo de un chaval. Solo lleva 20 años en el barrio, concretamente en la avenida de Finisterre, donde compró un piso junto a su mujer, recientemente fallecida y de la que habla sin parar y llora, tras regresar de la emigración. Se fue joven a Argentina después de dejar de jugar en el Fabril, y aunque le fue bien, dice que «América para los americanos». Cuando llegó al barrio no había tanta inmigración. El bum llegó poco después y José Rodríguez está encantado. Porque dice que «la inmensa mayoría de los inmigrantes que viven en esta zona son muy buenos y trajeron vida al barrio». Lo peor, añade, es que «unos pocos se dedican a cosas feas». Dice que le entristece que por culpa de una minoría «haya gente que los meta a todos en el saco». «Es una maravilla ver tantas culturas conviviendo», concluye.
«El gran salto que revitalizó la zona fue la reforma del mercado de la plaza de Lugo»
Óscar Regal comenzó a trabajar en la calle Picavia en 1992, en la agencia de viajes Embajador. Por tanto, sabe muy bien lo que era antes la zona y lo que es hoy. «Muy distinta». No es que antes estuviese mal, sino que tenía mucha menor vida que la que goza a día de hoy. Recuerda que cuando decidieron abrir el negocio en la calle Picavia se lo pensaron dos veces, pero terminaron haciéndolo «y con el tiempo no pudimos tener mejor elección». Al principio, la vía «no destacaba por su belleza. Era una calle como otra cualquiera del centro, pero llegó la reforma de la plaza de Lugo -inaugurada en el 2006- y todo cambió a mucho mejor. Fue el gran salto que revitalizó la zona y la que nos ha dado tanto; si bien he de reconocer que los meses de las obras fueron críticos». Viajes embajador tiene a sus vecinos como principales clientes, «gente que quiere un viaje de lujo, personalizado».
Manuel Varela
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Belén Araujo
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Óscar Ayerra
Los vecinos de la praza de Lugo y la calle Picavia, en el Ensanche de A Coruña, ingresan de media más de 29.000 euros al año. Nadie en Galicia, disfruta, en promedio, una renta tan alta. En el extremo opuesto, los habitantes de Avión. Uno de los concellos con mayor porcentaje de jubilados de la comunidad es también el que menores rentas percibe, con una cifra que apenas supera los 6.000 euros.
El Instituto Nacional de Estadística publica la distribución de renta por hogar y por persona en función de la sección censal donde viven para los municipios con más de 500 habitantes. En el caso de Galicia son prácticamente todos. Solo quedan fuera tres ayuntamientos de Ourense y otro de Lugo con un censo inferior. Nunca hasta ahora se habían conocido, a ese nivel de detalle, los ingresos medios de los ciudadanos en función de su lugar de residencia. Las secciones censales, utilizadas en los procesos electorales, tienen una superficie que abarca desde una manzana -algo habitual en la zonas más céntricas de las ciudades- a la totalidad del municipio, en el caso de concellos rurales con poca población.
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