En una segunda fase se abordará la reducción del tráfico en los Cantones
09 sep 2019 . Actualizado a las 20:00 h.El gobierno local quiere continuar con la peatonalización del centro, dándole continuidad a lo iniciado en la Marina y el Parrote. Con todo, su intención es hacerlo por fases y optando por un sistema blando similar al que allí hay actualmente, que permite el paso del transporte público, residentes y carga y descarga.
La primera fase podría acometerse a corto plazo y supondría avanzar en el espacio ganado para los peatones desde la Autoridad Portuaria -donde actualmente están las cámaras que prohíben el acceso- hasta el Obelisco.
Ese tramo, recuerda Juan Díaz Villoslada, edil de Urbanismo y Movilidad, es el menos conflictivo, ya que el cierre al tráfico de la Marina ha reducido drásticamente el volumen de vehículos allí. Además, no hay cruces problemáticos que enlacen con esa vía.
La segunda fase permitiría aumentar la zona de prioridad peatonal hasta la plaza de Mina. Esa es la intención, indica Villoslada, que espera poder disponer el año que viene de los proyectos. Ese tramo es mucho más complejo que el primero, porque ahí sería necesario resolver tres enlaces que actualmente sí tienen tráfico. Por orden, desde la plaza de Mina hacia la Marina, son los cruces con las calles Santa Catalina, Entrejardines y rúa Nova.
Este último punto resultó siempre especialmente difícil para la convivencia de coches y peatones. Allí hay una gran afluencia peatonal, pues existe un flujo continuo entre el Cantón Grande y la calle Real, al igual que ente Olmos y la Estrella. Por allí, con todo, siguen pasando coches hacia San Andrés.
Entrejardines
Finalmente, Entrejardines se ha convertido en la parada de referencia de decenas de buses metropolitanos que acceden allí diariamente.
La peatonalización desde la plaza de Mina no cerraría el tramo al transporte público, pero no tendría sentido mantener en un área peatonal una elevada intensidad de tránsito de autobuses.
Villoslada indica que el gobierno local se plantea aumentar el número de vías peatonales -por ahora no especifica cuáles- así como de calles con velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. El carril bus también está en la agenda a corto plazo, si bien el edil espera que para acometer cambios importantes en la movilidad se llegue en A Coruña a un «gran pacto político y social» que apuntales los pasos dados.
Las obras de peatonalización deberán incluirse en las cuentas del año próximo que se negociarán ahora. No parece factible que quienes apoyaron la investidura -BNG y Marea- se opongan a ese tipo de obras.
No está tan claro si los socialistas lograrán fondos para otro proyecto que, dice Villoslada, quieren sacar a adelante. Se trata de la mejora del tramo que va de Puerta Real hasta San Carlos, un espacio ya peatonal pero inacabado en su día y que mantiene el asfalto lleno de costurones y remiendos.