Quejas de peatones y conductores por la gravilla suelta a lo largo de la N-VI

Elena Silveira
Elena Silveira OLEIROS / LA VOZ

A CORUÑA

Elena Silveira

Denuncian que salen disparadas contra coches y viandantes al paso de los vehículos

05 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Todas las obras tienen sus inconvenientes, pero el asfaltado de la N-VI a su paso por Oleiros ha generado una gran preocupación vecinal ya que, según explican algunos residentes en Perillo, la gravilla que queda suelta «resulta peligrosa». Comentan que esto ocurre especialmente en el tramo más urbano de la carretera nacional, entre el puente de A Pasaxe y O Seixal, donde la vía recibe el nombre de AC-12. «Efectivamente estos trabajos eran muy necesarios, porque había unos baches en este tramo que parecían socavones. El problema es que la gravilla que queda suelta sale disparada hacia las aceras al paso de los vehículos, ocasionando situaciones de riesgo», explica un vecino de la zona. Otro aclara que hay tramos de aceras muy estrechos y que los peatones pasan «casi pegados» a los coches, «por lo que no te puedes separar, y te expones a resultar herido por las piedras». «Paso todos los días por aquí y la gravilla golpea a los coches que están aparcados. Por suerte, a mí no me ha tocado, pero sí he visto a gente a la que le han hecho daño; los vecinos se quejan con razón», explica otro residente en Perillo.

Los vecinos confirman que conviven con este problema desde que se iniciaron las obras de asfaltado el pasado mes de julio y que la situación es más peligrosa a medida que avanza el día: «Por la mañana, a primera hora, los coches y camiones van más despacio porque hay más tráfico. Pero a partir de las nueve o diez de la mañana, los vehículos van a más velocidad y es cuando hacen saltar la gravilla. En una zona menos urbana no habría tantas quejas, pero aquí, en Perillo, se da la circunstancia de que las aceras son muy pequeñas y los vehículos no respetan el límite de velocidad a 50 kilómetros por hora», añaden los afectados.

Falta el barrido

Desde el Ministerio de Fomento precisaron que estas obras de asfaltado se incluyen en el proyecto de mejora del firme de la AC-12 y la N-VI entre A Coruña y el límite con la provincia de Lugo, con un presupuesto de ejecución de 1,8 millones de euros. Indicaron que los trabajos se están ejecutando durante la noche «en los tajos que interfieren con el tráfico para minimizar las afecciones y, por tanto, intentando por norma general causar las menores molestias posibles». Portavoces del Ministerio de Fomento explicaron también que la gravilla suelta corresponde a estas obras en las que se está reparando la vía con una nueva capa de rodadura. «Tras la ejecución del firme y antes de ejecutar las marcas viales se procede al barrido y limpieza de la plataforma, minimizando así las molestias», avanzaron desde el departamento ministerial.