El mal estado del paseo marítimo ya le cuesta dinero al Ayuntamiento

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Indemnizará con 5.000 euros a un ciclista que fue operado tras caerse en el 2017

31 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ayuntamiento indemnizará con 5.008 euros a un ciclista que sufrió un accidente cuando circulaba por el paseo marítimo, a la altura de los Pelamios. Los informes municipales han concluido que el percance estuvo provocado en gran parte por el «deficiente estado de conservación de los bordes del tramo inspeccionado», por lo que la reclamación patrimonial que presentó la víctima ha sido estimada en parte.

Aunque será compensado ahora, los hechos se remontan al 23 de octubre del 2017. El ciclista circulaba por el carril bici del paseo marítimo cuando tuvo que desviarse para «esquivar a una señora que iba con su perro paseando a pie». Al hacer esa maniobra «la rueda delantera de la bicicleta se introdujo en un ‘canal’, ‘junta de dilatación’ o similar que se encuentra en el borde lateral izquierdo (...) y que lo delimita de la acera o zona peatonal; esto provocó que se bloqueara la rueda delantera (...)».

La reclamación señala que esa separación «no está señalizada ni protegida con algún elemento sólido que la cubra, y con el agravante de que está totalmente oculta por polvo, tierra, arena y hierbas, lo que hace que la profundidad del hueco o fisura sea absolutamente imperceptible para los usuarios (...)».

Tras la caída, el ciclista tuvo que ser trasladado al servicio de Urgencias del Chuac. Se le diagnosticó una «luxación acromioclavicular izquierda de tipo III». Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente el 6 de noviembre del 2017, y no recibió el alta médica hasta el 4 de mayo del 2018.

Después de que presentase su reclamación, los técnicos municipales examinaron el lugar del suceso. El informe pericial redactado en febrero del 2019 confirma la existencia de esa «junta» o «canal» en el que ocurrió el percance, y destaca el «deficiente estado de conservación» antes mencionado. El análisis añade que esas deficiencias han provocado «discontinuidades en distintos puntos y oquedades de hasta seis centímetros de espesor, suficientes para que la rueda de una bicicleta pueda introducirse en su interior».

Los informes también recalcan que «el mantenimiento del carril bici es competencia municipal», y está incluido en el contrato de mantenimiento de aceras y áreas peatonales del Servicio de Infraestructuras.

Por tanto, los informes posteriores dicen que «no cabe dudar de la caída del reclamante ni de la existencia de una deficiencia en un lugar cuya conservación correspondía al Ayuntamiento».

Los peritos municipales estimaron que la indemnización debía ascender a 10.017 euros, ya que el ciclista sufrió cinco días de pérdida de autonomía con estancia hospitalaria (75,19 euros por día); otros 60 de perjuicio personal moderado, en los que no podía llevar a cabo parte de sus actividades (52,13 euros al día); 128 días más de perjuicio personal básico, hasta que terminó el proceso curativo (30,08 euros por día) y secuelas por perjuicio estético ligero, que fueron valoradas en otros 2.663,32 euros.

Pero los técnicos también señalan que la compensación debe reducirse en un 50 %, hasta los 5.008 euros mencionados, ya que existió «cierta falta de diligencia del reclamante». Llegan a esa conclusión porque el incidente ocurrió en una zona con «buena visibilidad, recta», y porque la caída se produjo a las 11.42 horas, lo que redunda en la buena visibilidad. Como consecuencia, señalan que la señora y su perro que el reclamante esquivó eran visibles con anterioridad, por lo que podría haber reducido la velocidad. Además, en el paseo hay pasos para peatones, por lo que los usuarios de la vía ciclista deben mantener la precaución.

Las vías sin uso del tranvía turístico han provocado varios accidentes de gravedad

Aunque numerosos tramos del paseo presentan problemas de mantenimiento, desde baches a farolas desaparecidas, la infraestructura más conflictiva del mismo es la instalación del antiguo tranvía turístico, que dejó de funcionar en el 2011 después de que sufriese varios accidentes.

El tranvía dejó de circular, pero las vías y la catenaria se quedaron, y han estado relacionadas con numerosos incidentes de circulación, algunos de gravedad.

Valga como ejemplo el sufrido por un motorista en noviembre del año pasado. El choque se produjo en un día de lluvia, cuando según varios testigos el vehículo, que circulaba a la altura de la calle Matadero, resbaló sobre las vías. El conductor sufrió una aparatosa caída y colisionó contra uno de los postes de la catenaria. Tuvo que ser trasladado al Chuac, y quedo ingresado en cuidados intensivos por un traumatismo craneoencefálico severo.

Los accidentes relacionados con los raíles, la mayoría de ellos menores, se produjeron casi desde su instalación; pero ahora tienen el agravante de que el tranvía no funciona y el mantenimiento de la infraestructura cuesta entre 20.000 y 30.000 euros cada año.

Esa situación se ha mantenido desde el 2011, sin que los anteriores gobiernos recuperasen el tranvía o retirasen su infraestructura, dos medidas que requerirán un importante desembolso económico. El nuevo ejecutivo del PSOE se ha comprometido a tomar una decisión y aplicarla. Será incluida en el plan de movilidad que está previsto presentar durante este mismo año.