El Ayuntamiento advierte a Albada de una intervención en la planta

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA

A CORUÑA

CEDIDA

Exige que saque los rechazos de Nostián o lo hará directamente y le cobrará el coste

25 ago 2019 . Actualizado a las 13:41 h.

El 29 de julio, el Ayuntamiento advirtió a Albada, la gestora de la planta de tratamiento de residuos de Nostián, de que le pasaría la factura de una posible intervención directa de los servicios municipales en las instalaciones con el fin de retirar los miles de toneladas de rechazos que se están acumulando allí desde abril.

En el escrito, el gobierno local reclamaba a Albada que, de «modo inmediato», pusiese fin a la acumulación de rechazos, y le recordaba que la gestión de esos materiales -residuos inorgánicos que no pueden ser reutilizados- es responsabilidad de la empresa, de acuerdo a una sentencia judicial de marzo del 2018.

El oficio municipal añadía que si esa intervención directa del Ayuntamiento llegaba a producirse ante la «inacción» de la compañía y por razones de «interese público», se procedería además a reclamar daños y perjuicios, y a aplicar las posibles penalizaciones que prevé el contrato.

La situación límite a la que hacía referencia el escrito no puede estar muy lejana. La retirada «inmediata» de los rechazos no se ha producido, y todos los días se acumulan más toneladas. Los trabajadores señalan que queda muy poco espacio disponible. Se está haciendo acopio de material en los laterales de las vías interiores y explican que en algunos puntos los camiones ya solo circulan en una sola dirección.

El oficio del 29 de julio no es el primero que el Ayuntamiento envía a Albada. Antes se remitieron al menos otros dos. Uno de ellos data del 11 de julio, y se redactó tras una visita de los técnicos a las instalaciones. El oficio reclamaba a la firma información en un plazo de cinco días improrrogables sobre cuestiones como la aparición de «larvas» en las naves de compostaje, el protocolo que se sigue en esa zona ante los problemas para respirar dentro, o las medidas para evitar posibles incendios, plagas de roedores o filtraciones de lixiviados procedentes de las balas hacia la red de saneamiento. La compañía contestó en plazo y explicó las medidas que ha tomado al respecto.

Hay un escrito previo, enviado por el anterior gobierno de la Marea el 21 de mayo, en el que ya se reclamaba a la empresa que pusiese fin a la acumulación de rechazos, y advertía de un posible descuento en los pagos a la firma por no prestar el servicio.

Albada contestó entonces con un extenso escrito en el que explicaba que había propuesto a la Xunta un plan para abordar la que consideraba una «situación de emerxencia». Pero esa solución, que pasaba por utilizar la capacidad disponible en el vertedero de las instalaciones, no salió adelante. A aquellas alturas, en la planta ya se acumulaban miles de toneladas de rechazos. El pasado 2 de junio eran más de 1.200 toneladas de material, distribuidas en más de 1.400 balas, acumuladas en la explanada situada delante de las naves. Esa cantidad no tendría en cuenta los residuos orgánicos, de los que por entonces se habrían acumulado alrededor de 500 toneladas.

En la actualidad, según fuentes del Ayuntamiento, pueden haberse acumulado cerca de 10.000 toneladas en balas de rechazos. Desde la planta han señalado que el acopio de materiales no está influyendo en el funcionamiento habitual de la instalación, y que los rechazos son inertes, por lo que no supondrían un riesgo medioambiental.

Cuatro meses de un conflicto que no concluyó ni con la reunión entre la alcaldesa y Feijoo

El conflicto de Nostián arrancó el 22 de abril, cuando se hizo efectiva la prohibición, impuesta por la Xunta, de que la planta llevase los rechazos de A Coruña al vertedero de Grixoa, en Santiago. Así, a poco más de un mes de las municipales, se abrió un complejo conflicto medioambiental que aún no han resuelto ni la gestora de la instalación ni las Administraciones implicadas.

La primera, Albada, es la responsable de buscar un vertedero para los rechazos. Pero la viabilidad económica del contrato sufriría si se asumiese el coste que planteó Sogama, que pide 62 euros más IVA por tonelada, como si fuese basura sin tratar. Tras una reunión entre Núñez Feijoo y la alcaldesa, Inés Rey, se propuso una rebaja hasta 55 euros, que según el Ayuntamiento no resolvería el problema de viabilidad.

La Xunta procedió entonces a abrir un expediente sancionador a Albada. Mientras, la firma retomaba la búsqueda de un vertedero privado. Durante días se ha hablado de la inminencia de un acuerdo con un gestor privado, pero por ahora no se ha concretado y la posibilidad de una intervención municipal aumenta a medida que se acumulan balas de rechazo en la instalación.

Todo ocurre a apenas tres meses de que acabe el contrato del Ayuntamiento con Albada para la gestión de Nostián. La planta da trabajo a un centenar de operarios, con los que la firma no ha llegado a un acuerdo para renovar el convenio colectivo. Hay todos los ingredientes de un conflicto laboral, sin entrar en el riesgo para el futuro de la planta.