«Le dio un botellazo por la espalda que lo tiró»

m. m. o. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

habana
ANGEL MANSO

El cliente amotinado en un bar de la calle Torreiro, armado con un cuchillo, golpeó al responsable del bar coruñés

13 ago 2019 . Actualizado a las 08:09 h.

El suceso era este lunes una anécdota con sabor amargo para los clientes del Habana, en la calle Torreiro de A Coruña. Contra las mismas mesas donde apuraban el café del mediodía, otro «habitual» del bar lanzaba en la noche del sábado las botellas de bebida dispuestas en la estantería de la barra. Fue el cristal de la entrada, ahora roto, el que frenó los impactos. Él y el dueño de la cafetería. «Le dio un botellazo por la espalda que lo tiró al suelo. Hoy [por este lunes] vino a trabajar a primera hora, pero se tuvo que ir. Está fastidiado. Es el susto, el disgusto, el golpe...», explica María Gómez, camarera del Habana. Su jefe y el propio detenido fueron los dos únicos heridos en un incidente que se produjo con la calle abarrotada en plenas fiestas. 

María no oculta la sorpresa. El agresor, que se atrincheró en el interior del bar con un cuchillo, «el que utilizamos para cortar los limones», es un cliente «de todos los días. Nunca tuvo una palabra más alta que otra ni ninguna discusión con nadie. Un hombre tranquilo. Venía, leía el periódico, tomaba un café o una cerveza sin alcohol», relata la empleada.

Cambio de patrón

El sábado actuó distinto. «Lo atendí por la mañana. Como siempre, tomó un café. Después, vino por la tarde y pidió un vino, lo que me pareció raro. Se fue sin pagar. Luego volvió y lo invitaron a un chupito. Al cabo de un rato, pidió otro y mi jefe dijo que, sin problema, pero que tenía que pagar el vino».

La actitud del agresor cambió a partir de ese momento. Aprovechó un instante en el que no había nadie dentro para colarse detrás de la barra. «No quería robar, no cogió nada. Empezó a beber de las botellas que encontraba a su paso y a tirarlas al suelo o contra la cristalera. Mi jefe llamó a la policía. Por suerte, no había clientes dentro», continúa María.

Tras unos «20 minutos» de espera y de «insistir» en varios teléfonos, llegaron los agentes con material antidisturbios. «Cuando los vio llegar, se tiró al suelo, lleno de cristales, de ahí la sangre», explica María. Para reducirlo, los agentes hicieron un disparo al aire con una pistola de fogueo.

El porqué de este episodio violento es la pregunta sin respuesta en Torreiro. Una calle, «tranquila», insisten desde el Habana, y donde no son lo «común» estos altercados. «¿Si hay que reforzar las patrullas? No estaría de más, aquí sale mucha gente», dice María. El incidente «resultó perfectamente resuelto y terminó con la detención de la persona», según fuentes de la Policía Nacional, que remarcan: «Se resolvió conforme a los principios de congruencia y proporcionalidad».