Los pisos turísticos reducen el parque de viviendas para estudiantes

Mila Méndez Otero
m. m. otero A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

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CESAR TOIMIL

Los alquileres al alza son otra de las consecuencias que soportan los universitarios

12 ago 2019 . Actualizado a las 14:24 h.

Las clases aún no han empezado en la universidad pero sí la aventura de buscar piso. Aunque muchos han sido precavidos y han invertido los dos primeros meses del verano en asegurar una morada, los más rezagados llenan las agencias inmobiliarias en pleno agosto. También, los que fueron a la convocatoria de recuperación en julio. «Los alrededores de la plaza de Pontevedra y Cuatro Caminos son los preferidos al contar con lanzaderas directas a Elviña y A Zapateira», dice Victoria de Cal, responsable de la inmobiliaria Remax Riazor, en A Coruña. El método clásico, el de las inmobiliarias, aún sigue funcionando en la generación de las aplicaciones móviles y las plataformas colaborativas.

En Ferrol, la avenida de Esteiro es la preferida entre los que estudian y, en Santiago, sucede lo mismo con el Ensanche, a medio camino entre el campus Norte y el Sur. Los 200 euros por habitación son la media tanto en la urbe herculina como en otras plazas universitarias de la provincia. La mayoría de los estudiantes optan por pisos compartidos, de cuatro a dos habitaciones. «Una vivienda de cuatro dormitorios ronda los 600 euros en Esteiro. Los estudiantes son reacios a alejarse de aquí. Vienen de toda Galicia a cursar titulaciones que solo se imparten en Ferrol. A veces se quejan por los pisos con los muebles ‘de Cuéntame’, pero también es cierto que los propietarios se están poniendo las pilas», apunta Daniel Naveiras, de la Inmobiliaria Lembranza, en Ferrol.

En la ciudad departamental, añade Naveiras, apenas se ha notado el impacto de las viviendas turísticas. Todo lo contrario a lo que sucede en Santiago de Compostela.

Los turistas, la competencia

«Tenemos un déficit importante de viviendas para estudiantes. Hasta este año no se había notado mucho, pero este 2019 el impacto es bestial. En Compostela pasamos del excedente de stock al otro extremo, el de la carestía. Hay un 30 % menos de pisos para universitarios. ¿La causa? Estamos convencidos de que son las viviendas destinadas al turismo. Muchas, al margen de la ley», destaca Ángel Pais, de Decasa Santiago.

El fenómeno turístico ha motivo la creación de Agalin, la Asociación Galega de Inmobiliarias, de la que forma parte Decasa. «El primer piso me costó 125 euros al mes, éramos cuatro; el segundo, 133 y, el tercero, 150. En este último son 175 euros», dice Luis Miguel Fernández, estudiante de Dereito en la UDC. En cuatro años, ha notado la subida, generalizada, de los alquileres en A Coruña. Muchos caseros optan por combinar ambas demandas. «El contrato para los universitarios suele ser de diez meses, de septiembre a junio. En julio y agosto aprovechan para alquilar por quincenas o el mes entero a turistas», explica de Cal, de Remax Riazor.

Las residencias son otra alternativa. Elvira Bao es la primera pública de la UDC en la ciudad herculina. «A Coruña es una ciudad accesible para los estudiantes y, con la residencia, esperamos cubrir toda la demanda», alega Margarita Amor, la Vicerreitora de Estudantes. Las tarifas se mueven aquí de los 100 a los 225 euros. A mayor oferta, más competitividad. Las privadas han ido improvisando fórmulas como alquilar a no universitarios de sus estancias, como un hotel. Quien sabe si el bum de los pisos no devolverá a muchos a esta otra opción de vida fuera de casa.