Circula en zigzag por la AP-9, se cae al salir del coche y acaba ante el juez acusado de dos delitos

Su negativa a someterse al control de alcoholemia le valió un segundo cargo, aparte del de conducir bajo los efectos del alcohol, que si el juez considera probado lleva aparejados entre seis meses y un año de prisión, y de uno a cuatro años de retirada de carné. El conductor ya estaba en el Chuac, adonde había sido llevado por la Guardia Civil para ser atendido de heridas que se hizo al tropezar en el bordillo de la acera cuando los agentes le pidieron que bajara del vehículo. Junto con las heridas, «la sintomatología clara de halitosis, deambulación deficiente y dificultad en el habla», según recoge el parte, aconsejaron el traslado.

Varias llamadas a la Agrupación de Tráfico de A Coruña habían alertado de la presencia de un coche en la AP-9 haciendo maniobras extrañas. La central alertó a todas las patrullas de la zona, Policía Local incluida, y al servicio de mantenimiento de la vía para localizarlo cuanto antes. Lo encontró una patrulla de Ferrol, que observó cómo se desplazaba en zig-zag «sin ningún tipo de señalización ni coherencia, invadiendo toda la plataforma de su sentido de circulación». Trataron de pararlo con señales acústicas y luminosas, en vano, y ante el peligro que ofrecía formaron una cápsula de seguridad, ralentizando la circulación detrás del vehículo oficial, y lo interceptaron para derivarlo a la N-VI, ya conducido por un guardia civil, hasta un lugar seguro. Fue entonces, al bajar del coche, cuando el hombre perdió el equilibrio y se lastimó las manos y la frente. Tras las curas en el Chuac, pasó a disposición del juzgado de guardia de A Coruña.

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