Las fuerzas de seguridad y emergencias, desplegadas en el materno

LA VOZ A CORUÑA

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Visita de fuerzas de seguridad y emergencias al Hospital Teresa Herrera de A Coruña
Visita de fuerzas de seguridad y emergencias al Hospital Teresa Herrera de A Coruña ANGEL MANSO

La Asociación Sonrisas organizó una exhibición con visita a los niños ingresados en el Teresa Herrera

28 jun 2019 . Actualizado a las 14:37 h.

No se trataba de ninguna emergencia, aunque hubo quien pudo pensarlo ante el despliegue de medios que, a media mañana, tomó el materno. Alrededor de medio centenar de profesionales  de los cuerpos de seguridad, servicios de emergencias y fuerzas armadas se sumaron a la actividad organizada por la Asociación Sonrisas para tratar de hacer más llevadera la hospitalización a los niños ingresados en el Teresa Herrera. 

En el exterior del centro se montó la exposición de exhibición, con camión de bomberos incluido, motos, coches y diferentes medios de cuerpos como la Guardia Civil, Policía Nacional, Policía Local, Salvamento Marítimo, Medio Rural e incluso de la Autoridad Portuaria.

Allí, los pequeños que acudían a consultas pudieron pararse a disfrutar de las llamativas dotaciones, pero también los 26 niños ingresados en el centro tuvieron la oportunidad de conocer un poco más de cerca a los integrantes de los servicios de asistencia y ayuda a la población. «Los visitamos en las habitaciones y les hicimos regalillos», comentaba Chema Arroyo, presidente de la Asociación Sonrisas, una entidad creada hace cinco años en Madrid por civiles y profesionales de los cuerpos de seguridad, emergencias y fuerzas armadas para tratar de amenizar la estancia a los enfermos y que recorre toda España visitando hospitales. Después de detenerse en Lugo, en su primera parada en a A Coruña «hicimos una exhibición de medios y llevamos unos detalles a los niños», señaló el portavoz sobre el entusiasmo de los pequeños: «Los niños cuando ven a un bombero o a un policía, preguntan, se interesan... les encanta», indicó.

A su paso, además, dejaron entre los pacientes pediátricos una lluvia de peluches, motos de juguete, silbatos, cuentos….