El atraco al encargado de la cervecería Estrella Galicia de Cuatro Caminos sigue sin esclarecerse 6 meses después

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

CESAR QUIAN

Uno de los sospechosos está ilocalizable desde que en marzo fue puesto en libertad

21 jun 2019 . Actualizado a las 10:26 h.

Han pasado seis meses desde que un grupo de cinco individuos participasen en el atraco del encargado de la cervecería Estrella Galicia de Cuatro Caminos y muy poco se pudo avanzar en la investigación. Sobre todo después de que en marzo la Policía Nacional detuviese a cinco personas. El juez los envió a prisión pero a los pocos días fueron puestos en libertad por falta de pruebas concluyentes y, sobre todo, porque ningún testigo los pudo identificar en rueda de reconocimiento. No obstante, quedaron como investigados como supuestos autores de un delito de robo con intimidación y uso de arma peligrosa.

Y como tal están siendo llamados a declarar. Pero surgió otro problema. Uno de ellos, defendido por el despacho de Ramón Sierra, está en paradero desconocido. Tenía que acudir este martes al juzgado para prestar declaración y tuvo que suspenderse el acto judicial debido a que se desconoce su paradero desde que salió de prisión.

Pasaban pocos minutos de las once de la mañana del 18 de diciembre del año pasado, hora de apertura de la cervecería, cuando el encargado salió del portal contiguo -donde tiene sus oficinas Giste Cervecera- para ingresar el dinero en el banco. Un testigo relató así los hechos: «Una moto estuvo aparcada justo enfrente desde las diez de la mañana. Me llamó la atención porque la Yamaha no tenía matrícula. Había un hombre montado y otros dos rondado por la calle. Cuando salió el encargado de la Estrella aparecieron de pronto y lo abordaron. Le golpearon en la cabeza y le arrancaron la saca. El que estaba en la moto la encendió, se acercó, se montaron y marcharon los tres. El encargado gritó que los pararan, que le habían robado, pero la gente, al ver el arma..., se asustó».

A la víctima la golpearon con la culata de la pistola tras un pequeño forcejeo, por lo que el trabajador tuvo que ser trasladado en ambulancia a un centro de salud, siendo dado de alta ese mismo día.

Eran 40.000 euros los que llevaba en la saca para ingresar en el banco. Los atracadores sabían que llevaba mucho dinero porque era la recaudación de todo un fin de semana.