Enfermeros del Chuac, premiados por un trabajo sobre los pacientes que viven con una bolsa

R. Domínguez A CORUÑA /LA VOZ

A CORUÑA

El personal de Cirugía General elaboró una guía de atención

25 may 2019 . Actualizado a las 11:33 h.

El Chuac vuelve a estar de enhorabuena. Esta vez, por el trabajo realizado para mejorar la atención a unos pacientes que un mal día se encuentran con la necesidad de vivir, a veces de modo permanente, con una bolsa en el vientre. Un grupo de enfermeros de las unidades de Cirugía General del hospital coruñés han logrado el premio al mejor póster en el Congreso Nacional de Hospitales, celebrado recientemente en Santiago.

Al encuentro se presentaron nada menos que 895 comunicaciones y pósteres de grupos de distintos puntos de España y el equipo coruñés fue distinguido en la categoría de Innovación en la Atención al Paciente.

Circuito de ostomizados

El jurado apreció un trabajo que «describe lo que se está haciendo en el área de la gerencia de A Coruña para mejorar los cuidados de los enfermos ostomizados», explica Daniel Esmorís Arranz, sobre el circuito creado para hacer un poco más sencilla la incorporación al día a día a los pacientes que han de acostumbrarse, a veces para siempre, al orificio externo que se les abre quirúrgicamente en el abdomen para desviar el tracto urinario e intestinal. Generalmente, les sucede por los daños provocados por un cáncer digestivo o por patologías crónicas severas como la colitis ulcerosa o el Crohn.

Esmorís es el autor, con Pilar Izquierdo Bernández, Beatriz Alonso Pestonit, Belén Rodríguez Verdeás, Raquel Fuentes Lema y Mari Ángeles Cascales Lorenzo, del premiado trabajo. De forma muy resumida y gráfica, intentaron plasmar cómo han ido implantando guías de práctica clínica, acreditadas por el Instituto de Salud Carlos III, para hacer más fácil la nada sencilla tarea de vivir con una bolsa después de un tumor digestivo o una enfermedad intestinal.

«Elaboramos una guía de cuidados, se formó a todo el personal de enfermería para homogeneizar procesos y se creó un circuito específico para atender a estos pacientes antes de ser intervenidos y también después», explica. De esta forma, cuando el afectado recibe el alta «él y su cuidador principal se van para casa con conocimientos básicos para su cuidado y para evitar complicaciones con el estoma», que así se domina la cavidad quirúrgica que se les practica.

En los primeros meses de aplicación de este circuito se beneficiaron ya «unas 70 personas», dice Esmorís antes de aclarar que si bien el premio ha recaído en la enfermería, «tanto en la implantación de la guía como en la elaboración de todo el protocolo ha trabajado todo el servicio de Cirugía General; nosotros solo hemos explicado qué es lo que se está haciendo».

Además de facilitar la vida, aportando mayor confort y también seguridad al enfermo, la puesta en marcha de una forma de atención que incluye visitas regulares de enfermería y la generalización de un modelo de asistencia integral puede desembocar en que el Chuac sea acreditado, tal y como se pretende, como centro de excelencia en los cuidados.