Beatriz Mato (PP): «Para sacar a Xulio Ferreiro de María Pita la única alternativa soy yo»

Eduardo Eiroa Millares
Eduardo Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

La candidata del PP asegura que lo importante es el proyecto de ciudad, no el color político

23 may 2019 . Actualizado a las 17:09 h.

Beatriz Mato nació el día de Navidad de 1965 en Baracaldo, hija de un emigrante de Melide que se fue al País Vasco a trabajar, de obrero, en los Altos Hornos de Vizcaya. De su madre, coruñesa de las Atochas, le viene el vínculo. Allí, en el País Vasco, acabó Ingeniería Industrial a los 23 años y al finalizar la carrera, regresó.

-De hecho nunca nos fuimos del todo, porque yo pasaba todas las vacaciones aquí. Veníamos en bus, que no teníamos coche, y yo lloraba cuando teníamos que volver.

-¿Por qué cambió la Xunta por ser candidata?

-Porque creo que puedo ser útil. Cuando decidí dar el paso pensé, ¿aporto algo o no? Otros se presentan sin conocer la ciudad y sin proyecto, y no lo entiendo. Yo lo que ofrezco es que sé de lo que hablo cuándo hablo de gestión, conozco la ciudad y quiero trabajar para los coruñeses, y estoy muy contenta con el paso dado, hay poca gente tan enamorada de la ciudad como yo.

-¿Qué es lo que más le preocupa hoy en A Coruña?

-Lo primero es algo que no debería de formar parte de ningún proyecto político. Hay que limpiar la ciudad, algo que debería ser algo cotidiano. Esta ciudad no se merece estar así, no es que esté sucia, es que a veces hasta huele. Una de las cosas que más lamento de este gobierno de la Marea apoyado por el PSOE es que ni comen ni dejan comer. La mala gestión de lo público lo que hace es que no se presenten servicios.

-¿Quién es el responsable?

-El primer culpable es el PSOE, le regaló la ciudad a cambio de nada a la Marea. Si quisieran haber resuelto el problema de la ciudad podían haberlo hecho con una moción de censura que ni se plantearon. Son exactamente igual de culpables de la situación de la ciudad.

-¿Estaría dispuesta a pactar?

-Votar al PSOE es garantía de que la Marea se quede, y votar a Ciudadanos y Vox fue la garantía de que Pedro Sánchez siguiera. Para sacar a Ferreiro la única alternativa soy yo.

-¿Confía en el repunte del PP tras las generales?

-Lo importante no son los colores políticos, los coruñeses tienen que meditar sobre quién tiene un proyecto de ciudad. Nosotros somos la única opción solvente. Espero que la gente se centre el proyecto de ciudad, no el color político.

«Soy de las estudiosas, saqué mi ingeniería a curso por año»

Le gusta el deporte y es más de las tazas y los vinos por la Galera y la Barrera que de cenar de restaurante. Si algo le da «envidia sana» son los que se van de viaje. Ha hecho unos cuantos, con Europa bien pateada y Río de Janeiro y Nueva York como ciudades a las que volver.

-¿En qué barrio vive?

-Mi marido es de la calle San Juan. Cuando volví de Baracaldo viví en Atocha Alta hasta que me casé y me fui a Mauricio Farto Parra. Ahora vivimos en la Ciudad Vieja. Con dos hijos, al lado de la Torre, subir y bajar la calle con un cochecito y una bicicleta hasta María Pita, te deja agotada. Por eso nos cambiamos. Con tiempo, con calma, y con una hipoteca, nos mudamos ahí.

-¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?

-Lo que más me gusta es disfrutar de la compañía de mi gente. Soy bastante familiar y la palabra amigo la tengo muy valorada. Los de verdad los cuento con los dedos de una mano. Era habitual irme con mis padres, cuando volvía de la consellería a las nueve, tomándome las tazas. Y de lo que también disfrutaba era de bailar, pero no tengo tiempo.

-¿Qué deportes practica?

-Me gusta tanto hacer deporte que no me importa levantarme de la cama para salir a correr o a hacer deporte a las siete de la mañana. Un día corro entre cinco y siete kilómetros porque no tengo tiempo para más, otro hago spinning en La Solana y otros dos días voy a bikram, yoga a 42 grados con un 75 % de humedad, algo que descubrí hace un año y me está viniendo muy bien. 

-¿Era buena estudiante? ¿Cuál fue su primer trabajo?

-Soy de las estudiosas, saqué a curso por año. A los 23 empecé en IBM y después salté a Xerox, a Norcontrol y al Igape. Esa experiencia marca. En política uno tiene que aportar algo, no es solo ideología. Si mis hijos quisieran dedicarse a la política les diría que no lo hicieran antes de los 35, es importante, antes, desarrollar un proyecto vital.