Hércules anuncia «in extremis» un plan de negocio para continuar en Palavea

La Voz A CORUÑA

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CESAR QUIAN

Defensa advierte que el contencioso no paraliza el desalojo de la fábrica de armas

20 ago 2019 . Actualizado a las 15:19 h.

En una operación in extremis, Hércules de Armamento ha remitido a Madrid un adelanto, y hoy lo presentará en la Delegación de Defensa, del plan de viabilidad para continuar en la fábrica de armas. El responsable de la concesión, revocada por el Ministerio por el impago continuado del canon de explotación, confirmó este martes que hoy mismo realizará un anticipo para abonar los atrasos, alrededor de 414.000 euros, con la intención de frenar el plazo de ocho días dado para el desalojo de la factoría de Palavea, que expira este mismo miércoles.

Esta medida se sumará al recurso contencioso-administrativo contra la caducidad de la concesión, por lo que, a juicio del responsable de Hércules de Armamento, Ramón Mejuto, «tendrá que ser el juez el que decida, pero nuestra intención es continuar en la fábrica de armas; voluntariamente no nos vamos a ir porque entendemos que, si pagamos, mientras no resuelva el tribunal podemos seguir aquí», recalcó.

Sin embargo, el Ministerio de Defensa, a través de la Delegación del Gobierno, recordó que la presentación del recurso contencioso no paraliza el proceso de desalojo, que debería hacerse efectivo hoy mismo, de modo que si no abandonan voluntariamente las instalaciones de Palavea se iniciará un proceso de desahucio. 

25 millones

Hércules de Armamento reconoce que actualmente la actividad en la planta «es prácticamente nula», fundamentalmente debido al bloqueo por el impago de las cuotas a la Seguridad Social, cifrado en dos millones de euros. No obstante, Mejuto insiste en que «tengo que defender el pan de 60 familias», en alusión a las de los trabajadores, y mantiene que «Madrid ya conoce» el plan de negocio para las instalaciones, que incluye un programa inversor con la inyección económica «de unos 25 millones de euros» por parte de un inversor español que por el momento prefiere no desvelar.

El mencionado programa se centra en la diversificación de la producción en la que en la actualidad es la única fábrica de armas ligeras de toda España, de forma que no solo prosiga con la actividad enfocada a la dotación militar, sino para dirigirla también hacia el terreno puramente industrial. En este sentido, Mejuto sostiene que Hércules ya cuenta con una patente registrada, y otras dos en proceso, y que mantiene contactos con distintas firmas, entre ellas una aeronáutica. «El plan de negocio se concretará con esos contratos de pedidos firmados; creemos que tenemos futuro», recalcó el director.

Con 45 años de vinculación con la fábrica de armas coruñesa -fue el último director de Santa Bárbara-, Mejuto resalta el capital humano cualificado del que dispone la factoría, además de su dotación en equipamiento, y alude también a la innovación tecnológica que fue marcando sus diferentes etapas. «Somos pioneros en implantar sistemas de recogida de datos en planta, en la producción 4.0, en la aplicación electrónica a las armas, en el desarrollo de guiado láser, por GPS... fueron pasos que hemos ido dando y que tienen proyección de futuro», indicó.

A su juicio, en ese programa de negocio de cara al futuro figuran los contactos ya iniciados en el sector armamentístico, en la rama de sistemas de vigilancia, y en otros ámbitos. En concreto, alude a las conversaciones con una firma madrileña vinculada con el negocio aeronáutico para la que podrían fabricar diversos elementos. Se trata de un proyecto en el que canalizarían experiencias previas ya realizadas, cuando la gestión de la fábrica coruñesa la llevaba General Dynamics y materializaron el prototipo de una tarjeta electrónica para el gigante Airbus en una operación comercial que finalmente no prosperó.

Además, el responsable de la firma sostiene que se han abierto también conversaciones con empresas de sectores diversos, algunas de ellas de gran proyección y otras con base en Galicia. «Si nos retiran la concesión, todo esto quedaría en nada. Que nos dejen arrancar con estos proyectos porque creo que podemos conseguir dar trabajo a 200-300 personas, fundamentalmente para la exportación», sostiene. 

«No nos oponemos a las TIC, al contrario, somos complementarios. Aquí cabe todo»

El desalojo de la fábrica de armas y la devolución al Ministerio de Defensa de la gestión directa será temporal si prosperan los planes, avalados por el propio Gobierno central, de formalizar una cesión demanial a la Universidade da Coruña para configurar en las instalaciones la denominada Ciudad de las TIC, un complejo de 90.000 metros cuadrados para concentrar el tejido de investigación y desarrollo en campos como la computación, las aplicaciones 5G o la inteligencia artificial por el que ya han manifestado interés quince empresas.

«No nos oponemos, muy al contrario, podemos ser complementarios», considera Ramón Mejuto sobre la iniciativa que persigue ubicar en Palavea el clúster de las tecnologías de la información y la comunicación. De hecho, recuerda que precisamente con la institución académica se han mantenido diferentes convenios de colaboración a lo largo de los 61 años de historia de la fábrica de armas.

Tampoco le parece descabellado que la parcela pueda ser en un futuro la base para construir el hospital público del área, el nuevo Chuac, una de las alternativas que analiza la Xunta para la ampliación del complejo sanitario coruñés. «Aquí cabe todo, hay sitio suficiente para meter la ciudad de las TIC, el hospital, y mantener la factoría, no estamos en contra de ningún desarrollo», considera Mejuto, que sostiene que incluso la actividad que se le adjudicó en su momento a la firma que dirige se podría desarrollar en menor superficie que la comprendida en la concesión.

La parcela del Ministerio de Defensa ocupa 26,6 hectáreas, de las cuales 12,7 se corresponden con la concesión adjudicada a Hércules en el 2014. Las otras 13,9 permanecen libres y conforman el terreno recalificado en el 2013 como suelo urbano.