Hoy juega el Dépor, aparque donde quiera

Javier Becerra
Javier Becerra CRÓNICAS CORUÑESAS

A CORUÑA

COCHES APARCADOS IRREGULARMENTE EN LAS INMEDIACIONES DEL ESTADIO DE RIAZOR EL PASADO DOMINGO
COCHES APARCADOS IRREGULARMENTE EN LAS INMEDIACIONES DEL ESTADIO DE RIAZOR EL PASADO DOMINGO

«Cuando hay partido, es difícil incluso dar con una isleta libre para aparcar», reconoce un taxista

17 may 2019 . Actualizado a las 11:37 h.

De repente, tienes que ir a una urgencia médica al Hospital Modelo. Te encuentras fuera de la ciudad. Al ser domingo y con buen tiempo, vas directo con el coche. No suele haber problema para aparcar. Pero, a medida que entras, empiezas a ver que en la avenida de Arteixo ya hay doble fila. Más adelante, frente al Palacio de la Ópera, ¡coches estacionados en la glorieta! Y así durante toda la ruta hasta el centro hospitalario. Cuando ves a un grupo de chavales caminando con camisetas blanquiazules te das cuenta: juega el Dépor. Eso en A Coruña equivale a que se suspenden todas las normas respecto a cómo se debe estacionar un vehículo.

Al llegar al hospital, dejar el coche resulta misión imposible. Todas plazas legales se encuentran ocupadas. También las ilegales. ¿Quiere alguien ver resumido todo lo que no se puede hacer respecto a estacionar coches? Que acuda a las inmediaciones de Riazor un día de partido. Coches aparcados en las esquinas. Coches aparcados en los pasos de cebra. Coches aparcados en doble fila. Coches aparcados en isletas. Coches montados encima de las aceras y divisiones entre carriles. Coches reposando tranquilos en la feliz anarquía viaria que se celebra cada 15 días en el día que juega el Dépor y hay barra libre para que cada uno aparque donde le apetezca.

Ante tal panorama, me voy a casa, dejo el vehículo en el garaje y llamó un taxi. Le comento al taxista lo que me ha ocurrido y le digo que me siento un poco bobo. Visto lo visto, a uno le entraban ganas de dejar el coche allí de cualquier manera. «Eso si usted encuentra un sitio en donde cometer la irregularidad», me contesta con sorna. «Cuando hay partido, es difícil incluso dar con una isleta libre para aparcar», explica resignado. Y, viendo el panorama de camino, la verdad es que no le faltaba razón al hombre. «Dígame una sola calle de la ciudad en la que no haya coches mal aparcados», me retó.

Al final, tras pagar el viaje, entré en el hospital. Me acordé de los 200 euros que me pusieron de multa hace tres semanas por dejar unos minutos el coche en doble fila para dejar a los niños en el cole y tirar para el trabajo. Y me sentí agraviado ante el descontrol que había visto. Al salir del hospital, apenas quedaban 15 minutos para el fin del partido. Retorné andando. Fotografié las irregularidades que me iba encontrando. En Ciudad Jardín, enfrente de las Esclavas, en Alfredo Vicenti... Me cansé de disparar. El radio de descontrol desde Riazor alcanzaba hasta la plaza de Pontevedra. No vi un solo agente del 092 ni a la ida ni a la vuelta. ¿El ocio de aquellos que quieren aparcar cerca del estadio, dejando su coche ahí dos o tres horas de cualquier manera, está por encima de todo? Por lo que pude experimentar el pasado domingo, se ve que sí.