Más de 16.000 trabajadores tendrán que fichar desde mañana en la ciudad

R. Domínguez FERROL

A CORUÑA

OSCAR CELA

El decreto de registro horario entra en vigor con incertidumbre entre las empresas

11 may 2019 . Actualizado a las 09:16 h.

El real decreto ley 8/2019 del 8 de marzo sobre medidas urgentes de protección social y lucha contra la precariedad, que modifica el artículo 34 del Estatuto de los Trabajadores, entrará en vigor este domingo, lo que supondrá la obligatoriedad, para todas las empresas y sus empleados, de realizar un registro de la jornada laboral. En la ciudad de Ferrol

esta medida afectará, al menos sobre el papel, a 16.113 trabajadores. No son todos los que quedan fuera de esta cifra los autónomos que tienen su empleo en la ciudad naval, y también los empleados del hogar que tiene registradas la Seguridad Social.

Sí lo harán los que están inscritos en el régimen general de la Seguridad Social, así como los que pertenecen al sector primario.

Con una población activa sometida a regulación horaria de 340.143 personas en el conjunto de la provincia, la ciudad de A Coruña continúa siendo la de mayor población trabajadora obligada por esta nueva medida que, en teoría, busca garantizar el cumplimiento de lo recogido en las contrataciones y la normativa laboral. En el municipio coruñés tendrán que fichar 118.504 trabajadores, mientras que en Santiago lo harán 56.232.

Estos días previos a la entrada en vigor del registro obligatorio de la jornada, son constantes las consultas atendidas por especialistas en relaciones laborales por parte de las empresas, todavía desconcertadas sobre cómo llevarlo a cabo ante un texto escueto y que, a juicio de los expertos, adolece de concreción.

Dejando al margen grandes empresas y algunas de tamaño medio que ya cuentan con sistemas para que el personal fiche, en general las pymes «no conocen los recursos económicos y humanos que van a necesitar no solo para implantarlo, sino para gestionar toda esta documentación, que además deben conservar cuatro años por ley», subraya Mónica Álvarez desde el despacho profesional de abogados y economistas Álvarez Real.

Movilidad y estacionalidad

La casuística es muy diversa y variada, y los métodos múltiples, desde el papel hasta los más automatizados, pero en todos y cada uno de los casos debe almacenarse el informe diario de cada empleado. «Hay negocios en que van a tener hasta ocho registros por día de cada uno», advierte, con la necesidad, en muchos supuestos, de destinar personal específico para llevarlo a cabo.

La complejidad se incrementa en las múltiples ramas que no están vinculadas a una actividad presencial continuada en un espacio físico, que emplean un volumen relevante de población en una ciudad de servicios como la coruñesa, ya que la normativa afecta también a colectivos con movilidad, desde transportistas a obreros de la construcción o comerciales. La utilización del móvil como método es una opción, pero «exige que sea la empresa la que proporcione ese teléfono y, además, el trabajador debe dar autorización para su geolocalización».

Además de requerir el hábito de los propios empleados para cubrir el registro, especialmente complejo resultará el control horario en sectores con gran volumen de contratación, caso de la hostelería, ya que «las jornadas no son al uso», explican.

La estacionalidad de algunos oficios, muy clara por ejemplo en las campañas de pesca o agrarias, pero también en las vinculadas al turismo, implicará que los empresarios tengan que buscar fórmulas de compensación, ya que el exceso laboral máximo permitido como horas extras remuneradas es de 80 al año.

El resto, hay que compensarlo en tiempo: si una semana un empleado supera su jornada ordinaria para hacer frente, por ejemplo, a un evento turístico concreto, «recomendamos que quede registrada su compensación futura en tiempo libre y, a ser posible, indicando incluso la fecha en la que la disfrutará», señala Álvarez.

Quebraderos de cabeza

La elección del sistema para fichar «ya está provocando quebraderos y desembolsos», añade. Entre las ofertas de software para automatizar el control, recomienda tener en cuenta que en los métodos biométricos (huella, iris..) el coste es mayor: «Es información con tratamiento específico, como los datos genéticos, por la ley de protección de datos».