La superperra enfermera: «Desde que se levanta, Becky solo piensa en ayudarme»

A CORUÑA

monica perra
cedida

Una perra de A Coruña es la mejor compañera, y enfermera, de una mujer con una grave enfermedad degenerativa

24 abr 2019 . Actualizado a las 21:39 h.

Mónica Forteza Monfort solo tiene palabras bonitas para su «compañera» y «gran maestra de vida»: Becky. Lo suyo fue un flechazo. «Ella me escogió cuando la fui a visitar a la perrera, saltó a mi regazo», recuerda Mónica. Tiene una distrofia muscular degenerativa. Como no se puede agachar, el gesto de la perra fue una señal. «Este domingo cumplimos nueve años juntas», anuncia feliz.

No le gusta identificarse como «dueña» ni llamar a Becky «mascota» y lo que más le entusiasma de la entrevista es concienciar sobre la adopción: «No es de raza ni fue criada como perra de asistencia. Es una ‘perra típica’ y un regalo que me ha dado la vida. Desde que se despierta solo piensa en cómo me puede ayudar: me saca los calcetines, la chaqueta, la bufanda, me pasa el móvil y las llaves cuando me caen al suelo», describe Mónica. Todavía recuerda la primera vez que Becky le demostró que iba a estar ahí para cuidarla: «Se me cayó un libro de las manos y la perra no dejó de mirarme hasta que le dije: ‘cógelo’». «¡Ella piensa que me pasea a mí! Hace divertidos momentos que eran monótonos, como vestirme, que me lleva mucho tiempo», cuenta. Ahora Becky, que apenas pesa 8 kilos, ya es un can de asistencia reconocida por la Xunta.

«Si ves a un animal como un objeto te estás equivocando y lo estás utilizando. No es un entretenimiento. Tienes que tener un perro si estás dispuesto a compartir la vida con él, no solo el tiempo que te sobra», defiende. «Cuando me levanto estresada y la veo olisqueando la hierba me doy cuenta de cuánto tengo que aprender de Becky. Sabe disfrutar de los momentos que nos regala el día a día», termina Mónica.

Ficha de Becky

La vida le regaló una segunda oportunidad a Becky, «mejor dicho, ¡me la regaló a mí!», dice Mónica. La perra es una mestiza. La abandonaron cuando tenía un año. «La tiraron por el muro de la perrera». Cumplen 9 felices años de convivencia