Toda la oposición reclama en el pleno a la Marea que rectifique en Santa Lucía

Xosé Vázquez Gago
xosé gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

Eduardo Pérez

PSOE, PP y BNG exigen transparencia en el derribo del viaducto de la ronda de Nelle

02 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Como tantas otras veces en este mandato, el pleno se reunió ayer por penúltima vez antes de las elecciones sin apenas asuntos de gestión para tramitar. El gobierno local llevó dos, y ambos salieron adelante por unanimidad. Por un lado se dio el visto bueno a la propuesta de distinciones de la Policía Local. Hubo al menos una novedad, a propuesta del jefe del cuerpo y del coordinador de seguridad, este año se condecorará a dos menores de edad por su «comportamiento heroico» y su colaboración con las fuerzas del orden. Se trata de Catalina Distasio, que colaboró en la detención de un delincuente sexual, y de Justin Daniel Molina, que a los cinco años llamó a la policía cuando su madre estaba siendo agredida por su pareja. La portavoz del BNG, Avia Veira, propuso añadir a los homenajeados a una joven que impidió una agresión machista en la zona San Pedro de Mezonzo.

Por otro lado, también se aprobó por unanimidad el cambio de uso de una parcela en Eirís, en la que la entidad Adaceco tiene previsto construir un centro de día. Aunque el gobierno local no concretó qué mecanismo utilizará para cederle el uso de la parcela.

Pero las votaciones por unanimidad, y el aparente guante blanco de temas como las distinciones, no ocultaron ni la falta de nuevos proyectos ni la proximidad de las elecciones, que dieron paso a una sesión marcada por debates crispados sobre asuntos ya vistos. La dureza argumental estuvo ahí desde el arranque. Cuando se habló de las condecoraciones, la portavoz del PP, Rosa Gallego, criticó la falta de seguridad en la ciudad, de la que responsabilizó al gobierno local, y esgrimió un dato que el alcalde le afeó, que las violaciones han aumentado.

De ahí se pasó a la dureza en los términos. Destacaron las intervenciones del edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, el más interpelado por los grupos de la oposición.

PP, PSOE y BNG votaron juntos contra el gobierno local en dos ocasiones. A instancias de los populares, le reclamaron que rectifique sobre el centro de salud de Santa Lucía y facilite que la Xunta lo construya en el edificio del mercado. El conflicto del barrio ha sido uno de los culebrones del mandato, que terminará como empezó en el 2015: sin instalaciones sanitarias y con un mercado que se cae aún más «a trozos».

Pese a su soledad, el edil de Mercados, Alberto Lema, estuvo templado y reprochó a Gallego que, como en otros asuntos, «pasouse de freada». Mientras, la popular recriminaba al alcalde la incoherencia de reivindicar la sanidad primaria mientras «rechaza» un nuevo centro de salud.

La otra votación fue para exigirle al gobierno local que sea transparente a la hora de explicar su plan para el derribo del viaducto de la ronda de Nelle. Presentó la pregunta la portavoz socialista, Yoya Neira, que planteó dudas sobre el electoralismo del proyecto. Recordó que, de acuerdo al contrato, el documento tenía que haber estado listo en 60 días a partir del 21 de septiembre del 2018. Pero se retrasó por motivos técnicos. Eso dijo el gobierno local, que también clavó la fecha en la que sería presentado: el 15 de marzo, en plena precampaña. Neira se preguntó cómo sabía el gobierno que los citados problemas estarían resueltos en esa fecha. La respuesta de Varela pasó por acusarla de «enlamar o campo» y dijo que su actitud «dá mágoa».

Xiao Varela deja insultos para la posteridad

El penúltimo pleno del mandato, a dos meses de las elecciones municipales, terminó con el ventilador funcionando a toda velocidad e insultos que se quedarán para siempre en el acta. Sirvan como ejemplo las, por los menos, cuatro veces que el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, llamó «caradura» al edil del PP Miguel Lorenzo. El popular había criticado la gestión de Varela en materia de chabolismo, por haber realojado solo a 16 familias cuando prometió que serían entre 20 y 30. A pesar de haber cesado al equipo municipal que en el anterior mandato realojó a 24 familias, haber contratado a nueve trabajadores que «cuestan al ayuntamiento nueve millones de euros», y haber firmado un convenio de 140.000 euros con Arquitectos sin Fronteras. Una entidad, recordó Miguel Lorenzo, de la que Varela fue colaborador.

En su respuesta, el titular de Rexeneración urbana le tachó varias veces de «irresponsable» y «caradura». Lorenzo pidió después que se retirase esa palabra concreta del acta. El alcalde, Xulio Ferreiro, se negó y preguntó a Varela si la quería retirar. También se negó, así que quedará para la posteridad.

Lo mismo que otro «caradura», el que dedicó al socialista José Manuel Dapena, al que también tachó de «fiscal de saldo» por preguntar por sus denuncias sobre las irregularidades en la compra de pisos.