Un muro de un kilómetro acota el carril bici en la avenida de A Pasaxe

Emiliano Mouzo A CORUÑA

A CORUÑA

E. Mouzo

Expertos en seguridad vial alertan de un mayor riesgo de accidentes y atascos

03 abr 2019 . Actualizado a las 11:41 h.

Los trabajos de construcción de una barrera New Jersey (un muro de cemento) comenzaron ayer desde la vía que permite el acceso al restaurante La Terraza hasta la entrada al colegio Santa María del Mar. Se trata de una pared de 80 centímetros de alto y una longitud de un kilómetro, según precisó uno de los técnicos de la obra.

Este muro separa el vial para bicicletas y peatones del carril que se ha creado por el lado del materno del que está reservado al tráfico de vehículos en la Avenida da Pasaxe (AC-12). Su construcción está generando división de opiniones

Las primeras críticas han llegado por parte de los conductores, algunos de ellos afectados por el atasco que produjeron las obras. Pero se refieren sobre todo a la «inseguridad que implica este muro». Dicen que su construcción y la anulación del arcén «aumentarán el riesgo de accidentes y de que se produzcan daños mayores a conductores y ocupantes de los vehículos a motor», afirmó Antonio Solórzano, director de PTC Escuela de Conductores.

Solórzano explica que con el arcén, «aun habiendo coches aparcados en él, como era habitual, en caso de siniestro los conductores tenían más margen de maniobra para evitar el impacto, y una colisión no sería tan grave que como contra este muro de hormigón», dijo.

Este experto en circulación vial también manifestó que la barrera «reduce, aunque sean unos centímetros», el ancho del carril derecho de la avenida. Cree Solórzano que dicha reducción «va a afectar negativamente al tráfico». Pone como ejemplo que un vehículo sufra una avería en ese tramo: «Las retenciones y las colas no se harán esperar».

Explica que ese problema no se daría si siguiese habiendo arcén, «porque aun con coches estacionados, el conductor con una avería podía arrimar mucho más de lo que podrá hacer ahora». Para Solórzano la construcción del carril bici «está llena de deficiencias y es inseguro».

Una de esas deficiencias es la reducción de plazas de aparcamiento, sobre todo en la avenida de A Pasaxe. Los trabajadores del materno se movilizaron para solicitar plazas para los pacientes, ya que aparcar en el párking público resulta muy caro.

Por la mañana se produjo el primer problema de tráfico, al anular un carril la maquinaria para la construcción del muro. El atasco fue importante durante las primeras horas y también a horas punta de la tarde. Las obras «durarán más de una semana», indicó uno de los técnicos. Por ello, se espera que las dificultades para circular continúen los próximos días.

Ayer afectaron sobre todo a los conductores procedentes de la N-VI que se querían incorporar a la avenida de A Pasaxe. Pero también a los automovilistas que venían de Fonteculler y a los que bajaban desde Alfonso Molina hacia la rotonda de A Pasaxe, igualmente taponada.

Los conductores se quejaron y reclamaron que las obras se hagan de noche o en fin de semana.

Los ciclistas apuestan por la barrera, pero no por la convivencia con los peatones

Los conductores se quejan por la construcción de la barrera New Jersey desde La Terraza hasta la entrada al Santa María del Mar. Creen que esa medida para salvaguardar supuestamente, la integridad de los ciclistas debería reforzarse «con una reducción de la velocidad». No se puede circular a 80, que es el límite permitido en ese tramo, e ir pegado con el coche a un muro de cemento», indicó Perfecto López, un taxista. Si pierdes el control e impactas con la pared, «el resultado puede ser fatal», subrayó.

Sin embargo, los ciclistas están a favor de la construcción de la barrera New Jersey. Roberto Rilo, miembro de la Asociación Ciclista Crunia, aseguró «que el muro es necesario, es nuestra protección, ya que estamos hablando de una vía de alta capacidad y velocidad». Rilo coincide con los conductores de vehículos a motor en otro punto: «Lo mejor sería reducir la velocidad, así el muro sería innecesario, como lo sería el propio carril bici si los coches circulasen despacio.

Tres metros de ancho

En lo que no están tan de acuerdo los usuarios de la bicicleta es que en ese tramo tengan que «compartir un carril de doble sentido y de apenas tres metros con los peatones. Eso sí que va a ser un problema serio», indicó Roberto Rilo.

Cree que el vial para las bicicletas en casi todos los tramos «está muy achicado y no se encuentra bien señalizado, sobre todo en las intersecciones, por lo que la inseguridad se incrementa tanto para los ciclistas como para peatones y conductores», explica.