La dama de los esmaltes... y las oenegés

RODRI GARCÍA A CORUÑA

A CORUÑA

MARCOS MÍGUEZ

Julia Ares, única artista invitada en el Fórum Gastronómico, es el hada madrina de numerosas entidades

17 mar 2019 . Actualizado a las 17:21 h.

Lo cuenta de pasada, como algo secundario, casi disculpándose: «Son 16, pero no puedo darles dinero a todas, no lo tengo». Es el número de oenegés y entidades sociales con las que colabora la esmaltista Julia Ares. «De la mitad soy socia», comentaba este lunes en el Fórum Gastronómico, donde, de nuevo, ha sido la única artista invitada. A ella se refería el pintor catalán Modest Cuixard: «Es una sirena de cristal capaz de crear el hielo cálido. Lo demuestran sus esculturas transparentes, con el color congelado en su entraña de vidrio. Mundos propios que cantan suaves melodías del fondo del mar, con peces y rocas de esmalte que viven eternamente mojados».

En Expocoruña mostró el resultado de su habilidad con técnicas de fuego en las que es «pionera en España», como el «vidrio fusionado, el vidrio termoformado o el esmalte sobre metal», explicaba. Eran piezas destinadas a la hostelería más innovadora: «Ya está bien de tanto plástico en las mesas», sentenciaba, señalando desde platos de cristal que le han pedido reconocidos restaurantes hasta sorprendentes piezas de diversos tamaños y para variados usos.

Julia Ares, que a comienzos de los años 80 hizo su primera exposición en A Coruña, es autora de numerosas obras de pequeño formato, piezas únicas para instituciones, fundaciones, empresas y asociaciones. Son creaciones para premios como los de Escritor Galego Universal, el Pérez Lugín, el ONCE Galegos de Solidariedade, el Millenium da Cultura Galega o Galicia Enerxía.

Pero esta artista es también un hada madrina para muchas entidades sociales. Y es que ante la llamada del colectivo de una determinada enfermedad o el de quienes ayudan a mejorar la salud infantil intenta siempre dar una respuesta, si bien reconoce que llegar a todos es imposible. Es la utopía que Modest Cuixard veía en su arte: «Los poemas líquidos de Julia contrastan con su personalidad incandescente, más próxima al fuego, que quizás por eso se fija en su contrario: el agua. Como queriendo lograr la utopía, es decir, encender aquello que apaga. (...) La naturaleza se transforma en arte».

Esa transformación incluye no solo a objetos en apariencia inservibles sino incluso hasta la muerte. Así, con su proyecto patentado que ha denominado Vitrificatum hace posible incorporar las cenizas de un ser querido, tanto personas como mascotas, a esculturas y joyas.

También ha puesto en marcha lo que llama «el arte para recordar» encerrando en bolsos de metacrilato transparente cualquier tipo de recuerdo personal para lucir como una joya.

1.200 esmaltes en las farolas del paseo marítimo

Además, ahí están sus 1.200 esmaltes en las farolas del paseo marítimo a los que aludían hace unos días los responsables de la torre de Hércules a través de las redes sociales [@torrehercules] planteando el clásico «Sabías que...?» y contando: «Los esmaltes de las farolas del paseo marítimo se dividen en cuatro grupos: los caballos, cerca de la zona de la hípica; los peces, cerca del Aquarium; Picasso, cerca de la Escuela de Bellas Artes, y la torre de Hércules en los alrededores de nuestro faro, claro».

Otra obra de Julia Ares es el monumento a las víctimas del atentado del 11M -del que acaban de cumplirse tres lustros- que está situado en O Portiño: «No pude soportar la imagen del dolor plasmada en las caras de tanta gente», explicaba poco antes de instalarlo. Y es que ella se expresa a través del arte, a veces con una obra, otras con una instalación en el escaparate de su taller y siempre con unas técnicas y unos materiales que «no son los que, habitualmente, vemos en las salas de arte», decía de esta dama del esmalte y las oenegés la critica de arte Mercedes Rozas.