Lista de espera para aprender a operar

R. Domínguez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

El decano de los cursos del Centro Tecnolóxico de Formación del Chuac llega a sus bodas de plata acumulando peticiones de profesionales de toda España y Portugal

02 mar 2019 . Actualizado a las 11:09 h.

Hace ahora 25 años, en un pequeño espacio en la planta baja del Hospital Teresa Herrera, un grupo de otorrinos comandados por el entonces jefe de servicio, el doctor Martínez Vidal, celebraron el primer curso experimental de cirugía de cuello. Ayer, en otro entorno, el flamante Centro Tecnolóxico de Formación del Chuac, otra hornada de especialistas y residentes hacían lo propio.

«Es el curso más antiguo de España de cirugía cervical y ahora tenemos lista de espera», explicaba ayer Juan Carlos Vázquez Barro, responsable de Otorrinolaringología y director de un programa de formación que, a diferencia de hace un cuarto de siglo, hoy cuenta con muchas más herramientas para el adiestramiento quirúrgico de los profesionales.

«Nos llaman otorrinos de toda España y Portugal, hoy -señaló-, de hecho solo hay un gallego siguiendo el curso». Con una parte teórica que la tecnología permite realizar on line, los alumnos se centran ahora en la parte práctica, realizando intervenciones con simuladores y también modelos animales. «Practican todas las intervenciones de tumores, de faringe y laringe, las operaciones de glándulas salivales y también los colgajos o transferencia de tejidos de una zona del cuerpo a otra», describe el especialista, que recuerda que el origen de esta fórmula para enseñar se les ocurrió cuando «el centro tecnológico era solo un proyecto».

 «Pensamos que este tipo de cirugía era una de nuestras fortalezas y entonces no había nadie en nuestro país que ofreciese programas prácticos de estas características; hoy nuestro curso es una referencia en España y en Portugal, de hecho ya no necesitamos ni publicitarlo, y ya han pasado alrededor de 400 especialistas por él», dice con orgullo Vázquez Barro del programa impulsado con la Fundación Profesor Novoa Santos.

Pocas cosas tiene en común con entonces este método de actualización profesional en la que los facultativos consolidan métodos de abordaje, pero también se entrenan en nuevas técnicas y se ponen al día en las novedades quirúrgicas. «El centro no tiene nada que ver, ha cambiado todo en el aspecto físico y en el tecnológico, y de las técnicas de entonces algunas siguen, pero otras son totalmente distintas», señala.

 Caja de resonancia

Ocho mesas quirúrgicas supervisadas por un tutor sirven durante dos días para una formación intensiva de los especialistas, muchos con larga experiencia y trayectoria, que eligen asistir en buena medida por la posibilidad de seguir enseñanzas muy personalizadas y en grupos reducidos. «Desde la primera edición tuvo muy buena acogida y su éxito estuvo en que los propios participantes actuaron de caja de resonancia, hablando del curso en simposios y congresos nacionales», concluye.