Los taludes de O Regueiro se estabilizarán para que el mar no destroce las fincas

D. Vázquez / T. silva BERGONDO / LA VOZ

A CORUÑA

dolores vázquez

Costas asume las obras que inicialmente se reclamaban a los propietarios

01 mar 2019 . Actualizado a las 11:01 h.

Un gran cartel recibe a la entrada de la playa de O Regueiro, en Bergondo, con un proyecto del 2015 para la estabilización de los taludes del arenal con una dotación de 79.909 euros y el marchamo del Ministerio de Medio Ambiente. Fue una actuación que se hizo sobre una parcela de titularidad pública y ayer, ya con la denominación de Ministerio para la Transición Ecológica, se informaba de la exposición pública de una obra que pretende completar aquella actuación y poner coto a las embestidas del mar que han ido comiendo terreno en fincas particulares. La problemática en ambos casos es similar y aunque en aquel momento los propietarios de fincas colindantes con la playa ya alertaban de que las filtraciones de la playa se llevaban su terreno, una cuestión ya debatida en pleno en el 2013, no es hasta ahora cuando se ha conseguido el respaldo de la Administración central para garantizar la estabilidad de la zona.

«O Concello manifesta a súa alegría por acadar por fin este paso tan importante pero é consciente de que aínda queda un certo tempo para que sexa unha realidade», reconoció ayer la alcaldesa Alejandra Pérez, que se había entrevistado, junto con personal de Costas y técnicos municipales, el pasado septiembre con los vecinos para hablar del proyecto. En aquel momento, se señalaba las dificultades que llevaban aparejadas las obras por la localización de todos los afectados y por unos datos del catastro modificados por los desprendimientos.

O Regueiro es territorio singular. Es una playa con señales de tráfico, en varios puntos, que advierten de posibles desprendimientos. Lo hacen junto a laderas de tierra que se han venido abajo dejando tras de sí troncos y raíces sobre la arena. En algunos puntos se ven cierres que en otro momento dieron paso al arenal, suspendidos en el aire. Los vecinos de las fincas situadas en la parte superior habían dado la voz de alarma hace más de tres años, cuando desde Costas incluso les llegaron a amenazar con multas si no consolidaban los taludes.

Los afectados, sorprendidos, entendían que eran las Administraciones las que debían dar solución a un problema que atribuían al cambio de mareas provocado por actuaciones en el litoral. Llegó a formarse una Plataforma en Defensa de O Regueiro que propuso como medida cautelar la formación de dunas de arena en invierno para evitar un mayor desgaste.

En aquel momento, Costas entendía que correspondía a los particulares garantizar la estabilidad de sus propiedades, pero con el proyecto que esta a exposición durante 20 días, se abre una nueva vía, que pasa por una intervención pública en aras de minimizar riesgos siempre que se cedan los terrenos para acometer la actuación.

Recuperación del tránsito

En el estudio se asegura que entre los objetivos está no solo contribuir a asegurar los taludes, sino favorecer la recuperación de la servidumbre de tránsito, mejorar la accesibilidad a la costa y la conservación y potenciación de la biodiversidad. Para ello la obra contempla la limpieza y la instalación de malla de protección en los taludes, la realización de un muro de protección cuya cota sobre el arenal estaría entre 1,5 y l3 metros, y se realizará una senda peatonal sobre la escollera de un ancho mínimo de 2 metros para facilitar el tránsito hacia la costa. Asimismo, se instalará una pasarela para salvar el Rego do Cabanés.

Con estos trabajos, con un presupuesto de más de un millón de euros y nueve meses de ejecución, se pretende evitar «el proceso de regresión de la costa debido a la acción erosiva del mar y la escorrentía superficial», que se reconoce que provoca «inestabilidad de los taludes del borde costero generando situaciones de peligrosidad, tanto para los usuarios de la playa como para los terrenos y edificaciones de la parte alta de los taludes».