Los ciclistas piden luz en las intersecciones y separarse del peatón

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

EDUARDO PEREZ

Consideran que el trazado supone un riesgo por la estrechez, la proximidad de las marquesinas y los numerosos cruces

16 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Los cambios en la movilidad en la ciudad se ceñirán en esta legislatura casi en exclusividad al carril bici. La Marea invirtió más de un millón de euros y apostó por dos ramales principales, el metropolitano, que por el litoral unirá el paseo marítimo con A Pasaxe, y el que desde A Palloza permitirá ir en bicicleta hacia Matogrande y la universidad.

Dijo en Radio Voz Xiao Varela, el concejal de Rexeneración Urbana, que esta infraestructura «era unha solicitude histórica por parte da cidadanía». Si es así, «algo se está haciendo mal», indicó Roberto Rilo, de la Asociación Ciclista Crunia, «porque hay más detractores que partidarios entre los usuarios de estos vehículos, y, lo que es peor, de otros sectores: protestan también los peatones, los comerciantes y los conductores», subrayó.

Para Rilo, y para otros muchos ciclistas, «el carril como está ahora no es operativo, de hecho se ven muy pocos ciclistas circulando por los nuevos tramos, y lo siguen haciendo por la acera o por la calzada». Asegura que el diseño «no es del todo seguro, ni para nosotros, ni para coches ni peatones».

Antonio Cuns, otro amante de la bicicleta, espera que los técnicos municipales hagan caso a las sugerencias de las asociaciones ciclistas «para realizar los cambios necesarios para que el vial sea seguro».

Desde Crunia critican el trazado del carril en las intersecciones de las calles. Proponen como solución rediseñar el vial de las bicicletas para que este no siga recto y, así, «evitar colisiones con los coches». Ponen como ejemplo el cruce de Linares Rivas con Menéndez Pidal: «El carril debería girar un poco a la derecha, pegado al paso de peatones y después volver a la izquierda para reincorporarse a Linares Rivas».

A mayores piden que el carril «se pinte de un color llamativo, rojo, por ejemplo, y se iluminen las intersecciones con ojos de gato o con luces leds incrustadas en el asfalto», aseguraron. De esta forma «se velaría por la protección de ciclistas y peatones», subrayaron.

Otra de las «deficiencias» que tiene el trazado del carril bici es el paso a la altura de las marquesinas de las paradas de bus, por donde hay que circular por las aceras. Dicen que se debe diferenciar mejor el trazado para bicicletas del tramo de acera destinado a peatones: «La solución pasa por rebajar el vial y quedar a distinta altura del paso peatonal, o levantar una valla estética que separe ambas zonas».

Los ciclistas también mostraron su disconformidad por la anchura del vial. «Está demostrado que los carriles bici acogen cada vez más nuevos modelos de bicicletas, con manillares anchos, o incluso triciclos. La estrechez de la vía va a impedir numerosos adelantamientos», dijeron.