Más tarde le llegó el turno a los socialistas. En el 2016, la Marea y el PSOE estaban a punto de alcanzar un acuerdo presupuestario, que preveía que los concejales de ese partido coordinasen algunos proyectos, siempre bajo supervisión de los ediles del gobierno de Xulio Ferreiro. La Marea rompió el preacuerdo y vetó que la entonces secretaria general del PSOE, Mar Barcón, fuese una de las coordinadoras. La justificación del veto, en palabras de los ediles José Manuel Sande y Xiao Varela, era la «mochila» de Barcón, que había estado en el consejo de administración de Caixa Galicia. Eso era todo. Jamás había estado imputada ni investigada. El veto soliviantó al PSOE. El alcalde, que unas semanas antes estaba negociando en secreto con Barcón un pacto que nunca fraguó, no quitó peso a la supuesta «mochila» de la socialista, sino que pidió que diese un paso atrás.
El asunto aún dio coletazos, y la Marea exigió al PSOE que asumiese una moción del PP del 2013 que instaba a Barcón a dimitir. Paradójicamente, el partido de Ferreiro no ha aplicado la decisión del pleno del pasado 19 de septiembre, que instaba a cesar a los ediles Xiao Varela y Alberto Lema por la compra irregular de pisos a un afín al partido.