Alfonso Molina sufre su segundo retraso indefinido en una década

Xosé Gago / E. Eiroa A CORUÑA

A CORUÑA

Marcos Míguez

En el 2009 el ministro socialista José Blanco adjudicó la redacción definitiva del proyecto, pero la obra quedó paralizada en el 2011 hasta el fin de la tercera ronda

07 nov 2019 . Actualizado a las 08:21 h.

La ampliación de Alfonso Molina ha sufrido esta semana su segundo retraso indefinido en menos de una década, y apenas un año después de que se aprobase esa mejora. Los presupuestos generales del Estado para este año prevén una inversión de solo 100.000 euros en la avenida, lo que solo será suficiente para redactar algunos estudios previos. No se incluyen además partidas plurianuales, por lo que es imposible saber cuándo arrancará la obra y cuándo finalizará.

La avenida vuelve así al año 2011, cuando se confirmó la paralización indefinida del proyecto hasta que finalizasen las obras de la tercera ronda. «en estos momentos sería inviable acometer esa actuación teniendo en cuenta que se están desarrollando las obras de construcción de la tercera ronda en el entorno de Lonzas y sería absolutamente imposible desviar los coches por otra zona para operar sobre Alfonso Molina», explicó la entonces diputada socialista Carmen Marón.

El proyecto de ampliación había sido adjudicado dos años antes por el ministro de Fomento, José Blanco, y había sido revisado por el Ayuntamiento.

Los nuevos gobiernos del PP lo dejaron en el cajón mientras continuaban las obras de la nueva entrada en la ciudad. La tercera ronda quedó lista a principios del 2015. Los presupuestos de ese año incluían una partida de 100.000 euros para reactivar la tramitación de la obra de Lavedra, que respaldaban tanto el PSOE -redactor del proyecto- como el PP.

En mayo del 2015 se produjo un relevo en el gobierno local. El nuevo ejecutivo de la Marea Atlántica puso en duda el plan que habían elaborado los socialistas, que también reclamaron modificar el documento, y se enzarzó en una discusión con Fomento que duró meses sobre los posibles cambios. Finalmente, se alcanzó un acuerdo a principios del 2017. Pero las obras siguieron sin arrancar, mientras Fomento asumía el coste íntegro de las obras, que en principio iba a hacer Audasa, como ocurrió con el puente de Rande y los accesos a Santiago.

De hecho, esas infraestructuras se terminaron sin que arrancase la obra de Alfonso Molina, que iba a desarrollarse en paralelo. Las cuentas del año pasado reiteraban que Fomento preveía invertir en la ampliación, aunque hasta entonces no lo había hecho. El presupuesto, aprobado por el PP unos meses antes de la moción de censura contra Mariano Rajoy, preveía invertir tres millones de euros en el 2018, otro tanto este año y en el 2020, y un millón más en el 2021. El Gobierno de Pedro Sánchez no ejecutó esas partidas, que debían haber arrancado con un gasto de 3,8 millones para las expropiaciones, pero ese trámite no se completó, mientras volvían a producirse roces con el gobierno local. 

Ahora la obra, presupuestada en casi 20 millones de euros, queda parada de forma indefinida otra vez, y sin que haya un horizonte temporal como el fin de la tercera ronda para reactivar el proyecto. En paralelo queda también estancada la posible mejora del puente de A Pasaxe, que está condicionada por la mejora de la avenida.  

«Esto es un insulto para Galicia»

Los profesionales del volante de la ciudad criticaron ayer duramente el hecho de que los fondos para la ampliación de Alfonso Molina no aparezcan en los Presupuestos Generales del Estado propuestos por el Gobierno.

«Esto es un insulto para Galicia, por Alfonso Molina y por todos los recortes en inversiones planteados» dice Antonio Señarís, presidente de Ascentra, la asociación de transportistas?, hace años que la obra de Alfonso Molina se tenía que haber hecho porque es una de las vías con más tráfico de España». En su opinión, la demora en la actuación perjudica a los particulares, pero también a los profesionales del transporte que se ven con frecuencia atrapados en sus retenciones. «A Coruña la dejaron totalmente abandonada, es inexplicable que teniendo el puerto exterior, el polígono de Morás desarrollándose y el acceso a los principales parques empresariales desde Alfonso Molina no se haya ejecutado esa ampliación», dice.

El sector del taxi está igualmente contrariado porque se posponga otra vez la obra. «Es triste que Galicia quede a la cola de España y A Coruña más que cualquier ciudad, se han gastado un dineral en Vigo y en Santiago y aquí estamos igual que siempre», dice Leopoldo Vila, presidente de Radio Taxi. «Nos toman el pelo: el puerto, el tren, las carreteras...», abunda.

En el caso de Alfonso Molina asegura que la necesidad es urgente: «Si hay un accidente se colapsa, todo el tráfico desemboca ahí y que tengamos que seguir igual me parece una tomadura de pelo, es una obra que hace años que tenía que estar hecha», afirma.

Manuel Sánchez Quindimil, presidente de Tele Taxi, la otra asociación que agrupa a esos profesionales en la ciudad, se manifiesta en el mismo sentido: «Creo que se pospone porque realmente no se quiere hacer», dice, y asegura que el Gobierno «se ha olvidado de infraestructuras esenciales para la ciudad». Son, dice «actuaciones importantes para el futuro, porque aquí no hay sitio para hacer otras carreteras y tenemos que mejorar las que hay».

Críticas de la patronal

La falta de inversiones en la ciudad también supone «una pésima noticia» según el presidente de la patronal, Antonio Fontenla. Al hecho de que no haya fondos para Alfonso Molina se le suman, dice, otras cosas. «Tampoco se contempla en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado la prometida ampliación del puente de A Pasaxe, otro de los clásicos embudos viarios, ni la construcción del vial 18, ni la cuarta ronda ni, por supuesto, el ferrocarril a Langosteira».

En el caso de Alfonso Molina Fontenla lamenta no solo que solo aparezcan 100.000 euros, «la obra costará unos 25 millones», sino que tampoco aparezca un plan plurianual de inversiones. «Es una vía esencial, una antigua reivindicación de la sociedad coruñesa que fue planteada por la Confederación de Empresarios en múltiples ocasiones, la última de ellas este mismo verano en el encuentro que mantuvimos con el delegado del Gobierno Javier Losada», dice. 

Siete años citada en el presupuesto sin que se haya movido una piedra 

Desde el 2011, la ampliación de Alfonso Molina ha aparecido todos los años en los presupuestos del Ministerio de Fomento. En la mayoría de los casos eran partidas pequeñas, de 100.000 euros o menos, para redacción de proyectos y trámites previos. Así fue desde las cuentas del 2011 hasta las del 2017, y así volverá a ser en el 2019, cuando se volverán a redactar planos por 100.000 euros.

Las únicas excepciones a tanta planificación fueron los presupuestos del 2017 y el 2018. Que incluían partidas de 2,5 y 3 millones de euros, y la previsión de inversiones similares hasta el 2021.

No se movió una piedra, como en el resto de los años.

El presupuesto es supuestamente el documento más importante que elabora un gobierno, ya que es la herramienta para materializar sus proyectos políticos. Pero más allá de la redacción de planos, en el caso de Alfonso Molina solo han servido para formular promesas incumplidas. Primero porque debía terminar la tercera ronda, ahora porque al parecer todos los años de redacción de planos no han bastado.

Es grave, pero el problema viene de incluso más atrás. En el 2004, el Ayuntamiento ya había elaborado un plan para mejorar la avenida. Desde entonces se suceden los compromisos incumplidos, y el descrédito de las previsiones presupuestarias convertidas en papel mojado.