El artista ferrolano inaugura esta tarde una exposición en la Normal que puede visitarse hasta el 26 de enero
12 dic 2018 . Actualizado a las 13:51 h.El artista Eduardo Hermida saca su estudio del ferrolano barrio de Canido para trasladarlo a la Normal, en A Coruña, donde esta tarde inaugura, a las 20.00 horas, una exposición que se podrá visitar hasta el 26 de enero. Es el trabajo de los últimos años, en los que el artista ha jugado con la relación entre la fotografía y la pintura.
-Titula su exposición «Retratos, círculos y otros pictorialismos»...
-El pictorialismo es una corriente artística posimpresionista que utilizaba la manipulación de las fotografías para buscar no la pureza de las fotos, sino su belleza. Generar un efecto totalmente alterado y trabajado, de manera que se cree un diálogo con la pintura abstracta. Eso es lo que pretendo.
-¿Cómo altera esas fotos?
-Están trabajadas por procesos de Photoshop, pero también por la pintura al óleo. Todo lo que rodea a las fotografías son elementos matéricos, todo muy texturizado, ya que trabajo con arenas, madera, cuerdas... Si le eliminas la fotografía queda una obra íntegramente abstracta.
-Pero no dejan de ser retratos.
-Las fotografías son figuraciones, retratos de gente que rodea mi mundo, paisajes, escenas y bodegones de mi propio estudio. Todo guarda una estrecha relación con mi barrio, Canido, con el que tengo un vínculo muy fuerte. Es esa relación entre mi estudio, que está en el barrio, y las gentes del mismo con las que convivo día a día.
-¿Supone esto una ruptura con su anterior obra?
-Sigue teniendo un componente pop art, presente en mis anteriores obras. Pero es una obra muy nueva, muy diferente de lo anterior, aunque utilice esa paleta de colores con mucha fuerza visual.
-Incluye en la exposición alguna pieza de escultura.
-Son cuatro bustos, unos desguaces de maniquíes que he reconvertido para crear elementos escultóricos. Le aportan mucha carga visual a la exposición. Además hay otra figura de una bailarina. Forman todas las obras parte de un todo.
-Guarda la muestra coherencia entre las piezas expuestas.
-Tiene muchísima coherencia, el final de cada obra es el comienzo de la siguiente. Tienen mucha relación directa, sí. Esto me ha permitido, de alguna manera, recrear el ambiente de trabajo del estudio en la sala de exposiciones. Olvidarme un poco de la teoría del arte, que es de lo que siempre he estado más pendiente, y centrarme en el trabajo manual, en el punto artesano que tiene este oficio de artista.
-¿Ha ayudado a eso el espacio expositivo de la Normal?
-Sin duda. Me fascina como espacio expositivo, es muy cómodo y funcional. Todo está en movimiento, puedes manejar los paneles y crear tu propia exposición, con un esquema totalmente diferente a la anterior.