Oslo: una transformación basada en la vivienda, el ocio y la cultura

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA

AleksandarGeorgiev

La ciudad creó nuevos y modernos barrios residenciales, museos y piscinas

19 nov 2018 . Actualizado a las 10:33 h.

Oslo es una de las diez ciudades que reconvirtieron sus viejos puertos y cuya transformación se puede ver, hasta el día 19, en la exposición de La Voz en la Marina.

La capital de Noruega sufrió en los años setenta el efecto de la crisis industrial en una urbe cuyo puerto se había expandido notablemente hasta entonces. A finales del siglo pasado se celebró un concurso internacional para integrar las superficies en desuso en la urbe ayudando a revitalizar Oslo con una profunda transformación.

La mitad del antiguo puerto es hoy una parte accesible de la ciudad. La actuación urbanística se hizo con criterios claros y se logró un gran nivel de integración. En la ciudad se apostó por dotar de vida amplias superficies, dedicando una gran parte de ellas a suelo residencial. Es una de las urbes europeas donde la vivienda tiene un mayor peso en la fachada marítima.

Se crearon nuevos barrios como Aker y Sorenga, donde se han construido unas 2.200 viviendas, además de edificios de oficinas. Muchas de ellas llegan prácticamente hasta el mar.

El puerto de cruceros tiene también un importante peso. En Oslo el suelo libre permitió crear un paseo de nueve kilómetros de longitud y erigir edificios únicos como la Ópera y el Museo de Arte Contemporáneo, grandes focos de atracción. La ciudad noruega aprovechó también la lámina de agua, donde afloran esculturas y donde el suelo y el mar se convirtieron en una oportunidad para el ocio de los habitantes, con la apertura de playas y piscinas flotantes muy frecuentadas durante los meses de calor y que actúan también como elementos de tracción turística.

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